Actualizado 15/01/2017 07:14

México crecerá un 3,2% en 2017 pero con importantes desigualdades y problemas estructurales, según la OCDE

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   CIUDAD DE MÉXICO, 15 Ene. (Notimérica) -

   La economía mexicana crecerá un 3,2 por ciento este año, según se indica en el informe "Estudio Económico de México 2017" elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y presentado recientemente en la capital del Estado.

   En él se desvela la relativa buena salud del sistema económico mexicano, pese al complicado contexto en que se enmarca, entre otros factores por el escaso crecimiento a nivel mundial --lo que conlleva el descenso del comercio internacional-- y la incertidumbre sobre el futuro de sus relaciones con Estados Unidos --potencia a la que se encuentra fuertemente ligado-- tras el triunfo electoral de Donald Trump.

   A pesar de que no se pone en duda el crecimiento macroeconómico del país, en parte gracias al aumento de la productividad interna derivado de las políticas del presidente Enrique Peña Nieto, el estudio desvela un México muy desigual y con importantes problemas estructurales.

   Aunque el crecimiento económico del país es sólido, existen fuertes diferencias entre los estados del norte y del sur del país. Según el informe de la OCDE "han aumentado las desigualdades entre una economía moderna muy productiva en el Norte y el Centro y una economía tradicional de menor productividad en el Sur".

   México también cuenta con otro tipo de desigualdad económica, en este caso en materia de sexos. Datos de la OCDE relativos a 2016 muestran que la tasa de empleo en hombres es del 78 por ciento frente al 44 por ciento de mujeres. Con respecto al salario, en México las mujeres cobran un 16,7 por ciento menos que los hombres. Además, según este informe económico " las mujeres dedican al trabajo no remunerado alrededor de cuatro horas más que los hombres por día, la diferencia más grande entre los países de la OCDE".

   Las diferencias de género también son muy importantes en materia patrimonial. Por ejemplo, en torno al 62 por ciento de los mexicanos poseen una propiedad, frente al 43 por ciento de las mujeres. Otro dato significativo es que el 50 por ciento de los hombres poseen cuentas de ahorro para el retiro, un 33 por ciento en el caso de las mujeres.

   México también es uno de los países de la OCDE con menos mujeres en puestos directivos, solo por delante de Brasil, Japón y Chile. Solo un 7 por ciento de los puestos en consejos de administración están ocupados por mujeres.

GASTO SOCIAL

   Aunque durante los últimos años México ha implementado medidas para erradicar la pobreza, las desigualdades en su población siguen siendo alarmantes. Los Índices de Pobreza Multidimensional (IPM) --dato que muestra la intensidad de la pobreza según la educación, la salud y el nivel de vida-- publicados en este informe desvelan que esta tasa se ha mantenido más o menos estable durante los últimos años, aún a pesar de estas medidas. En 2010 se ubicaba en el 46,1 por ciento frente al 46,2 por ciento de 2014.

   Las diferencias entre la población rica y la pobre son las más amplias de los países de la OCDE: en México, el 10 por ciento de la población más rico gana 20 veces más que el 10 por ciento más pobre, frente a la media de ocho de la OCDE.

   Aunque el gasto social total de México no es bajo, en cuanto a la partida destinada a la reducción de la pobreza es el que menos dedica da todos los países de la OCDE. Esto conlleva consecuencias negativas en los niveles de pobreza del país. La pobreza alimentaria, aunque ha descendido, en 2014 se situaba alrededor del 20 por ciento. Este dato se traduce en que, aunque todos los ingresos de una unidad familiar sean destinados a ello, no alcanzan para adquirir una canasta de alimentos básicos.

   Otro indicador de la precaria situación de un buen porcentaje de la población mexicana, según la OCDE, es el de pobreza de patrimonio, bajo el que se encontraban en 2014 alrededor del 50 por ciento de la población del país. La consideración de "pobre de patrimonio" significa que todos los ingresos disponibles son insuficientes para adquirir una canasta de alimentos básicos y realizar los gastos necesarios en salud, educación, ropa, vivienda y transporte.

EDUCACIÓN

   Según el "Estudio Económico de México 2017" de la OCDE otro de los puntos débiles de México es la educación. Los resultados educativos de los estudiantes mexicanos se encuentran muy por debajo de la media de la OCDE.

   La desigualdad también tiene un papel importante en esta materia, aunque ha conseguido reducirse en los últimos años. En el informe PISA de 2003 existió una diferencia de 30 puntos en matemáticas entre los alumnos socioeconómicamente favorecidos y los desfavorecidos. Estas diferencias han conseguido reducirse sustancialmente: en 2015 se redujo a 18 puntos. Aún así, la calidad educativa en ambos casos es muy baja en el país.

   México ha de invertir en la mejora de la calidad educativa si espera que en el futuro el crecimiento del país continúe. Además, cuenta con la ventaja demográfica de tener una de las poblaciones más jóvenes de los países de la OCDE. Una de las recetas para la educación mexicana que esta entidad incluye en su informe es la inversión en programas de enseñanza y formación técnica.

CORRUPCIÓN Y SEGURIDAD

   La percepción de corrupción por parte de la población mexicana es la mayor de la OCDE. En una escala de 0 a 100, siendo 0 "más corrupto" y 100 "menos corrupto", México se ubica en el 35, frente al 70 de la media de los países de la OCDE. La percepción de corrupción por parte de los mexicanos persiste aún a pesar de la aprobación de un nuevo sistema anticorrupción el año pasado.

   La idea de "sistema corrupto" que existe en México se traduce en desafección política y desconfianza en las instituciones, lo que termina por conllevar consecuencias económicas para el Estado como un descenso de la inversión privada en ciertos sectores.

   Con respecto a la seguridad, México es, de nuevo, el país de la OCDE en la que existe una menor percepción de seguridad. A la pregunta "¿se siente usted seguro al caminar solo por la noche en su ciudad?" solo el 40 por ciento de la población mexicana respondió "sí", frente al 69 por ciento de la media de la OCDE.

   Esta escasa percepción de seguridad se debe, según el informe de la OCDE, a los elevados índices de delincuencia, homicidios, secuestros y extorsiones del país. Con respecto a la solución a este problema, que produce una considerable disminución del bienestar, la OCDE propone "una mayor profesionalización de los cuerpos policíacos en todos los niveles, y una mejor coordinación con las autoridades locales".