Publicado 30/09/2017 07:14

Modelos de inclusión financiera de pequeños productores rurales en Iberoamérica

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NOTIMÉRICA

   MADRID, 30 Sep. (Notimérica) -

   Un componente fundamental para dinamizar los procesos productivos en Iberoamérica es promover la inclusión financiera de pequeños productores agropecuarios y de las micro y pequeñas empresas de todos los sectores económicos, principalmente en aquellas zonas rurales donde hay una limitada presencia de la banca y del sector financiero en general, así lo revela el estudio 'Inclusión financiera de pequeños productores rurales', elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

   El entorno rural en Iberoamérica abarca el 20 por ciento de la población total y concentra una tercera parte de los pobres y casi la mitad de los indigentes de la región, aunque las disparidades entre los ámbitos urbano y rural también se manifiestan en otras dimensiones del bienestar, como salud, educación y protección social.

   Con la finalidad de cerrar las brechas y materializar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Naciones Unidas, 2015), la CEPAL propone una estrategia de intervención en las zonas rurales, donde se evidencia exclusión de los pequeños y medianos productores del sistema financiero formal, a través de actividades que estimulen la actividad económica, la generación de empleo y la política pública como instrumento para la ejecución de proyectos.

   El informe destaca las políticas públicas de cinco países de la región: México, Honduras, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana, para conocer las prácticas de inclusión financiera que se han implementado dentro del sistema productivo y de desarrollo rural y territorial.

   

MEJORES PRÁCTICAS

   Para la inclusión de pequeños productores rurales y con la finalidad de reducir el riesgo, en todos los países analizados se han fortalecido las políticas públicas para que un mayor porcentaje de la población pueda utilizar los productos y servicios que ofrecen las instituciones financieras formales.

    La banca de desarrollo de los cinco países estudiados ha jugado un papel determinante en el fomento de la inclusión financiera, por ejemplo, a través de fideicomisos como una estrategia de los gobiernos para atender a los pequeños productores rurales.

   En lo que respecta a las herramientas disponibles para promover la inclusión financiera, en El Salvador, México y República Dominicana se han creado, en primer lugar, diversas encuestas especializadas para conocer el estado de la inclusión financiera de los hogares y las empresas y, a partir de esto, crear estrategias que respondan a las necesidades de los pequeños productores.

   Asimismo, el uso de plataformas tecnológicas, como un nuevo sistema de pago que conecta a entidades financieras e instituciones públicas a través de una red privada de telecomunicaciones, ha sido clave en El Salvador para regular la operación de dinero electrónico; así como la ampliación del uso de corresponsales por parte de las entidades de ahorro y crédito popular, en el caso de México.

   

EL PROBLEMA DEL ACCESO

   En Iberoamérica, la falta de estructuras bancarias y el gran tamaño de la economía informal están asociadas con un menor grado de inclusión financiera. El estudio apunta a que si Iberoamérica en su conjunto aumentara el número de cajeros y lo llevara a la media de Europa y Asia, si el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de la región se asemejara al de Colombia y si la informalidad empresarial de la región fuera como la de México, el grado de inclusión en la población más pobre alcanzaría el 8,6 por ciento, mientras que el grado de inclusión en la población rural alcanzaría 7,6 por ciento.

   Otro problema en la región es que al considerar las posibles ventajas de utilizar los productos y servicios ofrecidos por las instituciones financieras formales frente a las alternativas informales, se concluye que las poblaciones más pobres y aquellas que habitan en zonas rurales son más vulnerables a choques de ingreso y más propensas a enfrentar restricciones crediticias.

MODELOS A SEGUIR

   En Argentina, el Proyecto de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales (PISEAR), a través de un crédito del Banco Mundial, ha apostado por los pequeños productores rurales de la provincia de Misiones, donde participarán 179 familias.

   En el marco de este proyecto las familias recibirán 498.000 pesos para la construcción de invernáculos, umbráculos y sistemas de riego, entre otras mejoras.

   De acuerdo al estudio, la base de este proyecto es la educación financiera, a pesar de que en otros países de la región esta suele estar desarticulada y se limita a transmitir algunos conceptos básicos y no necesariamente a fortalecer de manera integral las capacidades de los usuarios.

   Dentro de los programas para los pequeños productores destaca también la Estrategia Nacional de Educación Económica y Financiera de República Dominicana que plantea el desarrollo de capacidades financieras a partir de la incorporación de los temas relevantes para el sistema educativo nacional y la formulación de un esquema de gobernanza institucional para su implementación y, posteriormente, analiza la posible ejecución de un proyecto.