* Nuevo ministro es un ingeniero agrónomo con amplio conocimiento del sector
* Agro, que ha estado enfrentado con el Gobierno, espera mejorar diálogo
* Muchos dudan, sin embargo, que pueda realizar cambios profundos
Por Nicolás Misculin
BUENOS AIRES, 19 nov, 19 Nov. (Reuters/EP) -
- El desgastado diálogo entre el Gobierno de Argentina y el sector rural mejoraría con la asunción del nuevo ministro de Agricultura, aunque no hay expectativas de cambios profundos en la política intervencionista oficial que rige en uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo.
Carlos Casamiquela, un ingeniero agrónomo de 65 años que presidía el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), fue designado el lunes como nuevo ministro de Agricultura en reemplazo de Norberto Yauhar, en medio de importantes cambios en el Gabinete nacional.
Enfrentado desde el 2008 con el Gobierno, al que acusa de afectar la producción con sus regulaciones de los mercados, el poderoso sector agrario ve con buenos ojos al nuevo ministro, aunque duda de su capacidad de maniobra en una gestión que suele centralizar las decisiones en la presidenta Cristina Fernández y en el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
"La renovación da una expectativa", señaló a Reuters Carlos Garetto, presidente de la asociación de agricultores Coninagro.
"Sabemos sobre su carrera técnica, su capacidad profesional y sus antecedentes, pero lo importante es si hay decisión política para realizar unas correcciones en la política agropecuaria", añadió el líder de una de las cuatro entidades rurales agriamente distanciadas del Gobierno.
Las restricciones a las exportaciones de maíz, trigo y carne vacuna, que golpearon la producción de esos alimentos en años recientes, son algunas de las medidas más criticadas por los dirigentes del sector rural, uno de los más pujantes de la economía argentina.
El principal cultivo del país, la soja, goza sin embargo de buena salud y, pese a las trabas, la cosecha de maíz del ciclo 2013/14 podría alcanzar un nivel récord.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) estima la cosecha argentina de soja 2013/14 en 53,5 millones de toneladas y la de maíz de la misma campaña en 26 millones.
IMPUESTOS SIN CAMBIOS
Los elevados impuestos a las exportaciones de alimentos, conocidos como retenciones, son también muy cuestionados por los agricultores, aunque muchos ya se han resignado a aceptarlos como un mal inevitable.
"El tema de las retenciones no se va a modificar. Tampoco se modificaría con un cambio de Gobierno, porque es una fuente de financiamiento de un sector (el rural) que es muy competitivo", opinó el analista Ricardo Baccarin, de la Consultora Panagrícola.
De todos modos, "se abre una oportunidad de diálogo con alguien nuevo, que es muy sólido técnicamente. Entiende de las cuestiones del negocio tal vez con más solvencia que el ministro anterior", dijo el especialista agrícola.
Tras graduarse en la Universidad Nacional de La Plata, Casamiquela ingresó en 1974 al INTA, donde desarrolló una larga carrera que concluyó con la presidencia del respetado organismo en el 2009.
Ahora deberá hacerse cargo de un conflictivo ministerio, tras los cambios que decidió la presidenta Fernández después de la dura derrota que sufrió el oficialismo en los comicios legislativos de octubre y en medio de un creciente malestar social por los problemas de la economía.
Los reemplazos en el Gabinete fueron anunciados el día en que la mandataria volvió a la actividad oficial tras una convalecencia de más de un mes luego del éxito de una operación para drenar un hematoma en el cerebro.
Argentina es el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, el tercero de porotos de la oleaginosa y de maíz y uno de los más importantes de trigo, girasol y carne bovina.