Actualizado 22/08/2009 15:59

Obama aborda nuevamente "mitos" de proyecto reforma de salud

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intentó el sábado desestimar los "escandalosos mitos" sobre sus planes de reforma de salud, y buscó tomar el control de un acalorado debate que ha reducido el apoyo para su mayor prioridad doméstica.

Durante semanas Obama ha tratado de reducir las críticas y la mala interpretación sobre su plan de reforma de salud y usó nuevamente su discurso semanal por radio e internet para hablar sobre el tema.

"Hoy quiero pasar unos minutos derribando algunos de los mitos más escandalosos que circulan en internet, la televisión por cable y que han sido repetidos en los municipios de todo el país", dijo en su discurso.

"Comencemos con la falsa afirmación de que los inmigrantes ilegales tendrán cobertura. Eso no es cierto (...) Esa idea nunca fue considerada. Algunos también dicen que se aprobará la cobertura para realizar abortos. También es falso", aseveró el mandatario.

Obama expresó su conmoción por los persistentes rumores de que supuestos "paneles de la muerte" administrados por el Estado decidirán si ancianos enfermos recibirán asistencia para salvar sus vidas o no.

"Tal como cada persona creíble ha dicho sobre el tema, no existen los llamados 'paneles de la muerte', una noción ofensiva para mí y para el pueblo estadounidense", manifestó. "Estas afirmaciones falsas buscan dividirnos", señaló.

El presidente también instó a las personas a no distraerse por su deseo de crear un plan de salud administrado por el Gobierno para complementar el servicio de las aseguradoras privadas.

"Déjenme repetirlo, sólo sería una alternativa, aquellos que prefieren su seguro privado no tendrían obligación de cambiarse a un plan público", dijo.

"Este único aspecto del debate sobre la reforma de salud no debería ensombrecer los otros pasos importantes que podemos y debemos dar para reducir las crecientes cargas que enfrentan los negocios y las familias", añadió.

Los republicanos dicen que los planes de Obama son demasiado costosos para el enorme déficit presupuestario que enfrenta Estados Unidos.