Actualizado 10/08/2006 14:55

Panamá.- La ampliación del Canal de Panamá despierta poco interés entre bancos y constructoras europeas


CIUDAD DE PANAMÁ, 10 Ago. (Del enviado de EUROPA PRESS, Salvador Aragonés) -

La ampliación del Canal de Panamá, que necesitará una financiación externa de 2.350 millones de dólares --2.100 millones de euros--, sobre una inversión global de 5.250 millones, apenas ha despertado interés entre empresas europeas, ni bancos ni empresas constructoras ni ingeniería, lo que aleja a Europa del tráfico comercial con la costa Este de Asia.

Para la financiación, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) recurrirá a un sindicato de bancos, dado que la opinión mayoritaria del país no aceptaría poner en un solo banco o entidad financiera la financiación del proyecto, ante la mínima posibilidad de que pueda ser privatizado o hipotecado, según declaró a Europa Press el director financiero de la ACP, José Barrios.

La ampliación del canal, que acometerá una empresa panameña que después subcontratará diversas partes del proyecto, durará unos siete años. Las obras consistirán en situar junto al actual cauce un tercer juego de esclusas, que representa una inversión de 5.250 millones de dólares, de los cuales 2.900 millones serán financiados por el 'cash flow' del propio canal a lo largo de 20 años, según Barrios.

Esta financiación propia vendrá por los beneficios actuales del canal, que son de 500 millones de dólares anuales, más los beneficios que supondrán los incrementos de peajes (un 3,5% anual de promedio durante 20 años) y el incremento inmediato a 4 dólares la tonelada, así como al aumento del tráfico en el canal una vez terminada la obra.

Una vez funcione el canal ampliado, éste aportará a las arcas del Estado unos 3.200 millones de dólares al año. Estos recursos no tienen a día de hoy un destino claro por parte del Gobierno del presidente de la República, Martín Torrijos, con lo que la oposición sospecha que podría ser un motivo de corrupción de la clase gobernante.

El Gobierno panameño ha optado por buscar financiación externa para las obras, dado que el país tiene ya un endeudamiento que supera el 70% del PIB, con un total de 8.165 millones de dólares, lo que representa el 82,5% del PIB nacional, según el catedrático de economía panameño José Antonio Gómez Pérez.

El canal de Panamá permitirá, cuando se termine la obra, el tránsito de 600 millones de toneladas, dado que por el tercer juego de esclusas podrán pasar buques 'pospanamax' que pueden transportar hasta 12.000 contenedores. El año pasado el canal transportó 279,1 millones de toneladas.

Los principales clientes del canal son Estados Unidos, seguido de China, Japón y Chile. Las principales rutas navieras son las que unen las costas del Este de EE.UU. con Asia, y el Este y el Oeste de América del Norte con el Sur. En cambio, las navieras europeas optan por el Canal de Suez para llegar a la costa Este de Asia.

GRAN CONSENSO NACIONAL.

En Panamá han surgido distintos grupos y colectivos partidarios del 'no' a la ampliación del canal, posicionándose así ante el referéndum nacional que se celebrará el día 22 de octubre y que decidirá si se lleva a cabo esta macro infraestructura.

Se espera, sin embargo, que de aquí al referéndum pueda abrir el proyecto a la oposición para crear un gran consenso nacional, no sólo sobre el futuro del canal, sino también sobre el destino de los fondos sobrantes, los 3.200 millones de dólares que se embolsará anualmente el Gobierno.

Otro de los problemas que plantea la ampliación del canal es que dañe el ecosistema, y que no sea sostenible de cara al futuro debido al incremento de los precios del petróleo. "Esto ha sido bien estudiado --señaló Barrios--, pues no hará falta la construcción de nuevos embalses, y los 100 millones de metros cúbicos de tierra para excavar hay siete u ocho proyectos, como el cubrimiento de las instalaciones militares de los EE.UU. cuando controlaban el canal".

En cuanto al futuro del transporte marítimo, Barrios dijo que está asegurado a través de los contenedores. La intermodalidad es cara, porque es cara la carga y descarga de buques, trenes, aviones y camiones. El barco transporta desde muy lejos hasta un puerto cercano al destino, lo cual abarata los costes, especialmente en productos no perecederos.

Una de las críticas al nuevo canal es el miedo de que exista una importante mano de obra de importación, especialmente centroamericanos, colombianos y asiáticos, lo que representaría un problema de aclimatación y de convivencia con los tres millones de panameños actuales.

El nuevo canal, sin embargo, tendrá una punta de mano de obra de 7.000 personas, que será entre los años 2009 y 2011, señaló Barrios, la gran mayoría panameños, si bien los ingenieros y los altos especialistas serán en buena parte extranjeros porque en Panamá no tiene tanto mano de obra especializada.