Publicado 15/09/2013 22:04

Plan de cinco puntos impulsa respaldo de presidenta brasileña; prepara ofensiva en redes sociales

Por Anthony Boadle


BRASILIA, 15 Sep. (Reuters/EP) -

- Cuando un diario brasileño informó el mes pasado que la presidenta Dilma Rousseff se había ido una noche a recorrer en una moto Harley-Davidson las calles de la capital, sus menciones favorables subieron considerablemente en las redes sociales.

Eso era precisamente lo que necesitaba Rousseff tras un par de meses para el olvido, donde la mandataria fue abucheada en un partido de fútbol internacional y en un encuentro de alcaldes a nivel nacional.

En medio de este clima no fue extraño que la popularidad de la mandataria cayera considerablemente tras las masivas protestas llevadas a cabo en junio contra la corrupción, los deficientes servicios públicos y el alto costo de la vida.

El inesperado estallido de ira golpeó el núcleo del Gobierno brasileño y empañó las posibilidades de Rousseff de ser reelecta en las elecciones del año próximo. Había que enmendar el rumbo.

La presidenta brasileña reunió a sus asesores más cercanos, encabezados por João Santana, y trazó un plan para conectarse más con la gente a través de internet, dijo un asesor.

De este modo, la mandataria respondió a las principales demandas con un plan de cinco puntos que busca mejorar los servicios públicos y reformar el sistema político del país.

Rousseff ha aumentado la frecuencia de sus viajes por el Brasil a dos o tres por semana para inaugurar nuevas escuelas, viviendas y proyectos de infraestructura.

"Un Gobierno no puede ser sordo", dijo Rousseff el miércoles durante un acto en Río de Janeiro, donde anunció planes para la construcción de una nueva línea de metro.

RADIO

La presidenta inicia cada uno de sus viajes hablando en una radio local, tal como lo hacía su predecesor, el carismático Lula da Silva, aún inmensamente popular a tres años de haber dejado el cargo.

Su asesor João Santana "le ha dicho que tiene que salir (...) y explicar todas las cosas buenas que ha estado haciendo", dijo David Fleischer, profesor de política en la Universidad de Brasilia.

Y los resultados se empiezan a apreciar.

Los índices de aprobación de Rousseff cayeron desde un 73,7 por ciento antes de las protestas a un 49,3 por ciento en julio. Esta semana su nivel de respaldo ciudadano había repuntado a un 58 por ciento.

La mandataria también está llevando su campaña al ciberespacio. Hay planes para renovar el sitio oficial del Gobierno (www.brasil.gov.br) y también para retomar su cuenta de Twitter, abandonada tras la elección de 2010.

Analistas políticos afirman que si el repunte en los sondeos se mantiene, Rousseff iniciará el año electoral con un cómodo nivel de apoyo. Según Cristiano Noronha, de la consultora Arko Advice en Brasilia, los rivales de Rousseff no han logrado capitalizar la crisis política creada por las protestas de junio.

Sin embargo, su reelección dependerá de lo que más importa: la economía.

Los votantes aspiran que la inflación y el desempleo se mantengan bajo control. También serán cruciales para el Gobierno las concesiones en infraestructura y los derechos de exploración petrolera que se licitarán en las próximas semanas, que reactivarían la inversión y la confianza en la alicaída economía brasileña.

Sin embargo, para Noronha, la decisión que anunciará el miércoles la Reserva Federal estadounidense sobre la reducción de su programa de estímulo posiblemente no ayude a la recuperación económica que necesita Rousseff.