Actualizado 01/09/2009 23:10

Plan petrolero Brasil puede atrasar exploración subsal

Por Brian Ellsworth

BRASILIA (Reuters/EP) - La propuesta reforma de la legislación petrolera de Brasil podría demorar el desarrollo de reservas de crudo frente a las costas del gigante sudamericano, pero no impedirían que el país explote uno de los mayores hallazgos de hidrocarburos en décadas.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió el lunes una largamente esperada iniciativa al Congreso reforzando el papel de la estatal Petrobras y aumentando el poder del Gobierno federal en nuevos desarrollos petroleros.

Las medidas reducirían la competencia en el sector y podrían crear una interferencia política en los proyectos, pero los analistas dicen que los cambios, si son aprobados por el Congreso, no reducirían el interés de los inversores en extraer crudo desde las profundidades del Atlántico.

"Los brasileños están tratando la cuestión como un negocio. Están diciendo a las compañías 'no vamos a dejarlas enriquecerse, pero sabemos que tendrán que recibir un retorno decente'", dijo Michael Lynch, experto en petróleo que encabeza la consultoría Strategic Energy & Economic Research, Inc.

El nuevo marco legal cambiaría el actual sistema de concesiones por una de producción compartida, convirtiendo a Petrobras en el operador de los nuevos campos con una participación mínima del 30 por ciento y creando una nueva empresa estatal para administrar las enormes reservas subsal.

Las autoridades dijeron reiteradamente que Brasil respetará los contratos petroleros existentes, aliviando las preocupaciones de que el país se está encaminando hacia un nacionalismo agresivo visto en la región de los Andes, donde la producción de energía está cayendo al evitar los inversores nuevos proyectos.

"Nosotros no rompemos contratos", dijo la jefa de Gabinete y probable candidata presidencial en las elecciones del 2010, Dilma Rousseff. "Estamos respetando todos los contratos en la región subsal que se cerraron en el régimen de concesiones", agregó.

Esto contrasta con las políticas de Ecuador, Bolivia y Venezuela, cuyos líderes ordenaron a las compañías reformular los contratos y elevaron retroactivamente impuestos para aumentar los ingresos de los gobiernos.

Esos países enfrentan ahora una caída de la producción de energía al tener que batallar por reconquistar a los inversores para nuevos proyectos, algo que las autoridades brasileñas claramente quieren evitar.

RIESGO PERMANECE

Sin embargo, los analistas coinciden en que la propuesta de Brasil crea nuevas incertidumbres para las empresas petroleras que demorarán el desarrollo general de la región subsal, que se estima tiene al menos 50.000 millones de barriles de crudo varios kilómetros debajo de la superficie del océano.

Lo más notable es la creciente influencia de la comisión de energía integrada por aliados presidenciales que podrán dar a Petrobras contratos sin licitación para la exploración de campos, declarar "estratégicas" ciertas áreas, reservándolas para el Estado, y determinar bonos para la firma de proyectos.

Convertir a Petrobras en el único operador arriesga barrenar el actual ambiente de competencia, especialmente a medida de que el Gobierno busca usar requerimientos de contenido local en los contratos petroleros y uso de equipos para impulsar la economía de Brasil.

La nueva compañía estatal prevista en la propuesta, llamada Petrosal, también allanaría el camino a una interferencia política en el nivel operativo, ya que concedería gran autoridad decisoria a funcionarios que posiblemente sean designados por aliados presidenciales.

La iniciativa también enfrenta una prolongada batalla en el Congreso, donde los líderes opositores ya prometieron desafiar la constitucionalidad de partes claves de la propuesta.

Lula evitó una batalla con gobernadores de estados al dejar de lado cambios políticamente sensibles en las tasas de regalías, lo que significa que las empresas todavía enfrentan la posibilidad de que puedan cambiar en futuros proyectos.

"Este es claramente un paso en dirección a un modelo mas centrado en el Estado", dijo Erasto Almeida, analista para América Latina de la consultoría política Eurasia.

"Pero Brasil no se está moviendo en la dirección de Venezuela. Está bastante claro de que habrá oportunidades para las petroleras internacionales, aunque tendrán que formar asociaciones con Petrobras", agregó.