YIDA, Arabia Saudita (Reuters/EP) - El ministro del Interior saudí, el príncipe Nayef, defendió su política para atraer a militantes "arrepentidos" luego de un intento de asesinato contra su hijo, pero advirtió que se podrían avecinar más y peores ataques.
Un suicida con bomba que se hizo pasar por un militante arrepentido se inmoló en la oficina del príncipe Mohammed bin Nayef en Yida, en el primer ataque contra un miembro de la familia real saudí desde que Al Qaeda inició su violenta campaña en el mayor exportador de petróleo del mundo en el 2003.
Arabia Saudita emitió en febrero una lista de 85 sospechosos buscados y analistas dicen que muchos de ellos están en Yemen, incluidos algunos que han regresado a Arabia Saudita desde la prisión estadounidense en Bahía de Guantánamo y algunos que han cursado el programa saudí de "corrección" de militantes.
"Los esfuerzos de seguridad y estrategia que el país está siguiendo para reformar no cambiarán", dijo Nayef a hombres de negocios en una reunión en Yida el sábado por la noche, mientras defendía el programa de corrección y los esfuerzos para derrotar a los militantes.
"Este incidente no cambiará la política por la cual abrimos la puerta a aquellos que se arrepienten", agregó.
Al Qaeda identificó el domingo a un miliciano que intentó matar al jefe de seguridad de Arabia Saudita como Abdullah al-Asiri, un sospechoso buscado que ingresó al país desde Yemen y entregó detalles sobre cómo logró acercarse al príncipe.
INTENTO DE ASESINATO
Un comunicado sugiere que Asiri aparentemente voló hasta Yida desde Najran, cerca de la frontera yemení, luego de ingresar desde Yemen para entregarse en el Ministerio del Interior.
"El mártir héroe en la lista de 85 personas buscadas Abdullah Hassan Tali' al-Asiri, conocido como Abul-Khair, logró ingresar a su palacio, pasó a sus guardias y detonó un paquete", precisó el comunicado en un sitio de internet islamista atribuido a la "Organización Yihad de Al Qaeda en la Península Arabe".
"El logró pasar todas las revisiones en los aeropuertos de Najran y Yida y viajó en el avión pivado (del príncipe)", sostiene el texto, acompañado por una fotografía de Asiri.
No fue posible confirmar la veracidad del comunicado, que afirma que el Gobierno saudí tiene una red de espías en Yemen de los que el Gobierno yemení no está al tanto.
Las ramas saudí y yemení de Al Qaeda se fusionaron anteriormente este año para formar a Al Qaeda en la Península Arabe.
Ellos se reagruparon en Yemen después de una vigorosa campaña antiterrorismo liderada por el príncipe Mohammed, viceministro de Interior, que dañó duramente a los milicianos en Arabia Saudita.
El canal de televisión de propiedad saudí Al Arabiya TV dijo que Asiri era un saudí de 23 años, cuyo hermano Ibrahim también está en la lista de personas buscadas.
El príncipe Nayef expresó que podrían producirse más ataques.
"En este país somos blancos (...) La situación podría cambiar y podría intensificarse, no en términos de número (de ataques), sino más bien en su naturaleza y eso es más peligroso", agregó.
Funcionarios saudíes temen que los militantes estén encontrando refugio en regiones sin ley de Yemen.