BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La producción de carne de Argentina creció un 14,4 por ciento interanual en los primeros siete meses del 2009, pero el país agotaría sus existencias ganaderas si no aminora su ritmo de faena, dijo el martes la cámara que agrupa a las empresas del sector.
Argentina es uno de los principales exportadores globales de cortes vacunos y sus habitantes son los principales consumidores de carne del mundo. Sin embargo, la crisis que afecta al sector agropecuario podría alterar su privilegiada posición.
"La cadena de valor de la carne vacuna está operando a un ritmo insostenible hacia futuro, explicado fundamentalmente por la liquidación de hembras y, por lo tanto, de existencias ganaderas", dijo en su informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).
Los productores argentinos advierten que las reiteradas intervenciones del Gobierno en el mercado minaron la rentibilidad de la actividad pecuaria, lo que lleva a muchos a desprenderse de su ganado y a dedicarse a otras actividades, principalmente agrícolas.
"La liquidación de vientres no explicó la totalidad de la expansión. No debemos olvidar el aumento de la actividad del engorde a corral de la mano de la política de subsidios nacionales y el impacto que tuvo y continúa teniendo la sequía en las principales zonas productoras del país", agregó Ciccra.
Entre enero y julio del 2009 Argentina produjo un total de 2,065 millones de toneladas de carne con hueso, desde los 1,768 millones que se registraron durante el mismo período del año anterior.
Si se toma en cuenta las reiteradas huelgas comerciales que realizaron las principales entidades rurales en el 2008, en protesta contra las políticas oficiales para el sector, la producción de carne casi no registró modificaciones de manera interanual.
Debido al aumento de la oferta de cortes vacunos en los primeros sietes meses del año, las exportaciones de carne treparon a 310.099 toneladas, desde las 192.535 toneladas del 2008, mientras que el consumo promedio del alimento per cápita escaló 7 por ciento, a 73,8 kilogramos por año.