MADRID, 2 Mar. (Notimérica) -
La llegada de Donald Trump a la Presidencia estadounidense ha hecho entrar en pánico a gran parte de la sociedad internacional y a un buen segmento del conglomerado empresarial y político mundial. Su intención de cerrar las puertas del 'sueño americano' a todo aquel que no cumpla una serie de requisitos que gusten y favorezcan, en especial económicamente, a los Estados Unidos, ha hecho saltar las alarmas a los países cuyas expectativas de crecimiento y expansión pasaban por el desarrollo estadounidense.
Tal y como menciona en su informe 'Trump hace sobre en los emergentes' el Director Global de MBA del Instituto de Estudios Bursálites (IEB), Aurelio García del Barrio, países como Turquía, China, India o Filipinas, así como Malasia, Indonesia o algunos países africanos, entre otros, ya están viviendo la repercusión de la llegada del huracán Trump a la Casa Blanca, haciendo que su título de 'mercados emergentes' empiece a tambalearse.
Por su supuesto, la región de América Latina no es una excepción en dicha lista, donde países que hace apenas media década tenían optimismo en cuanto al progreso de sus economías y sus perspectivas de mercado, a día de hoy presentan serias dudas sobre ello.
La victoria del bando republicano ha dejado a la deriva a los mexicanos, y no solo a los que podrían ser deportados: la construcción del famoso muro o la posible anulación, o renegociación, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), son dos de las medidas que más podrían afectar al país latinoamericano. Sin embargo, a día de hoy son únicamente intenciones y firmas con un futuro, todavía, incierto.
Únicamente el anuncio de dichas pretensiones ha hecho que la economía mexicana se haya deteriorado en los últimos meses: las expectativas de crecimiento económico para este año han bajado de un inicial 2,26% a un 1,72% anual, tal y como señaló el Fondo Monetario Internacional a principios de este año, que también rebajó hasta el 2% el crecimiento para 2018.
Esto se debería especialmente al miedo de los inversores y la caída de la actividad industrial en el país azteca. Sin embargo, según afirma García del Barrio, México cuenta con reservas internacionales por valor de más de 174.000 millones de dólares y de la Línea de Crédito Flexible (LCF en sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de 84.000 millones de dólares, después de la subida del monto gracias al desarrollo de políticas macroeconómicas del gobierno mexicano.
Incluso, si el gobierno mexicano diera el visto bueno, la llegada de Trump a la Presidencia estadounidense podría suponer una ventaja en cuanto al mercado de los hidrocarburos mexicanos: la explotación petrolera forma parte de la agenda republicana y bajo unas regulaciones ambientales casi nulas, más cuando se lleve a cabo el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que supondrá un impulso en la producción de crudo.
¿PELIGRAN EL RESTO DE ECONOMÍAS LATINOAMERICANAS?
Los países centroamericanos, especialmente los que se encuentran en el 'Triángulo del Norte' (Guatemala, Honduras y El Salvador), sí se verían mayoritariamente afectados por las nuevas políticas migratorias estadounidenses. La deportación de estos ciudadanos hacia sus países de origen, en combinación con la consecuente falta de las remesas desde Estados Unidos, podría suponerles un bloqueo. Tal y como destaca García de Barrio en su informe, las remesas no autorizadas en los tres países mencionados procedentes desde los Estados Unidos supone hasta un 5,6%, 8% y 13,2% de sus PIB, respectivamente.
Así, el aumento demográfico y el descenso de PIB darían lugar a la subida de las tasas de desempleo, inflación y descontento social. Esto, en una de las zonas con mayor porcentaje de homicidios y asesinatos del mundo, donde en el año 2016 se registraron un total de 14.870 homicidios, según cifras oficiales emitidas por Policía y organismos forenses.
En países como Colombia, la actual situación social se vería afectada de llevarse a cabo el retorno de migrantes, de la misma manera que de darse una guerra comercial entre Estados Unidos y México o China, señala García del Barrio, podría generarse un efecto rebote negativo que impactaría en la inversión, empleo, crecimiento económico y desarrollo colombiano.
Por último, Brasil, séptimo país del mundo en base a su PIB, enfocaría el 2017 ligado a la salida de la recesión económica que sufre, con un alza de un 0,5% de su PIB, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Sin embargo, el bajo nivel de inversiones domésticas o su situación vulnerable en cuanto al precio de las materias primas, así como la situación social y política del país, podrían hacer dudar de la salida de dicha recesión.
De tener un desarrollo adecuado, y no caer en las crisis que pueden provocarse por el desajuste político y económico que Trump puede crear en la región, las inversiones extranjeras, la diversificación de su economía y su no muy alta deuda externa, podrían permitir el paulatino crecimiento de los brasileños, afirma García del Barrio.
Así, la sobra que Donald Trump puede llegar a crear sobre los emergentes latinoamericanos estaría basada principalmente en las políticas migratorias y arancelarias que se establecerían en los Estados Unidos. Pero, por el momento, éstas aun no se han llevado a cabo, aunque su mera mención ya haya causado estragos.
Además, no debe olvidarse que la deuda transversal del bloque de los emergentes mundiales, en la cual únicamente los 12 países más importantes deben 3,3 billones de dólares según el FMI, la tercera parte del total mundial, entre los que se encuentran Brasil, Chile o México.