Actualizado 27/08/2007 23:38

Rep.Dominicana.- Entra en fase final el juicio contra los acusados por la quiebra del Banco Intercontinental


SANTO DOMINGO, 27 Ago. (EP/AP) -

El juicio contra los acusados por la quiebra del Banco Intercontinental (BANINTER) en 2003 entra mañana martes en su fase final, después de que se hayan presentado hasta 364 pruebas documentales y testimoniales.

El tribunal colegiado, presidido por Antonio Sánchez Mejía, permitirá a la Fiscalía que presente su acusación contra los imputados, entre los que figura el entonces presidente de Baninter, Ramón Báez Figueroa.

La acusación civil, representada por los abogados del Banco Central, Superintendencia de Bancos y Baninter, formulará los cargos una vez concluya el turno de la Fiscalía.

En última instancia los abogados de los imputados harán una exposición en la que presentarán sus argumentos para solicitar el descargo de sus representados, según el calendario establecido por el tribunal.

Los imputados están acusados de violar los artículos 147, 405 y 408 del Código Penal, que sancionan la falsedad en escritura pública y de bancos, bancarrota, estafa y abuso de confianza. Según estableció el tribunal, la Fiscalía presentará este mismo martes sus conclusiones.

El Banco Central informó el 13 de mayo del 2003 de una serie de operaciones irregulares o fraudulentas de Baninter por más de 55.000 millones de pesos (unos 1.465 millones de euros).

La denuncia provocó el desplome del mayor grupo económico del país y salpicó de forma directa al presidente Hipólito Mejía (2000-2004), quien fue acusado por Baninter de utilizar una tarjeta de crédito financiada por esa institución financiera para cubrir sus gastos en viajes al exterior, sin embargo, este no fue citado nunca.

Entre los acusados, el centro de atención lo ocupa Báez Figueroa, quien culpó a Mejía y a otros competidores de provocar la quiebra. El empresario, al igual que el resto de los inculpados, se encuentra en libertad bajo fianza desde diciembre del 2003.

A la quiebra de Baninter y de otros dos bancos se le atribuye el colapso económico del período 2003-2005, generándose en la nación pérdidas superior a los 3.000 millones de dólares (2.197 millones de euros) y la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Después del triple desplome bancario, la inflación alcanzó el 43 por ciento, el peso perdió más de la mitad de su valor frente al dólar (de 18 por uno pasó a 55 por un dólar) y miles de dominicanos quedaron sin empleo.

Entre los negocios relacionados con la entidad financiera se encontraban cuatro periódicos, incluyendo el centenario 'Listín Diario', propiedad de Báez Figueroa; más de 70 emisoras de radio, cuatro canales de televisión y una empresa de televisión por cable.

Con excepción de 'Listín Diario', los otros periódicos se vieron obligados a cerrar después de que fueran ocupados por el gobierno de Mejía, el 15 de mayo del 2003, a la espera de una decisión judicial. Finalmente, el rotativo fue devuelto por la justicia el 8 de septiembre de 2004, a Ramón Báez Romano, padre de Báez Figueroa.