Publicado 15/10/2013 03:39

RESUMEN 2-Senadores EEUU insinúan posible acuerdo fiscal mientras se acerca fecha límite

(Actualiza con información sobre reunión de legisladores; cambia título, redacción y autor)

* Senador demócrata Reid dice el martes podría ser un buen día

* Senador republicano McConnell también muestra optimismo

* Discuten elevar techo de deuda hasta mediados de febrero: fuente

* Gobierno podría reabrir hasta mediados de enero: fuente

Por Richard Cowan y Thomas Ferraro

WASHINGTON, 14 oct, 15 Oct. (Reuters/EP) -

- El mes de combate que se ha vivido en el Congreso de Estados Unidos en torno al gasto gubernamental arrojó señales positivas el lunes, cuando funcionarios insinuaron la posibilidad de un acuerdo para reabrir las agencias federales paralizadas e impedir una omisión de pagos muy perjudicial para la economía.

El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, y su contraparte republicana, Mitch McConnell, cerraron un día de negociaciones constantes con declaraciones optimistas, al tiempo que se filtraron detalles sobre el pacto que están discutiendo.

"Hemos realizado progresos enormes", dijo Reid al cierre de una sesión del Senado en un día de feriado federal, lo que subrayó la urgencia de resolver una crisis fiscal que se está acercando a la fecha límite del jueves.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos estima que el país alcanzará el límite de endeudamiento de 16,7 billones de dólares el 17 de octubre.

"Esperamos que con buena suerte (...) tal vez mañana (martes) sea un buen día", agregó Reid, insinuando un posible anuncio para el martes de un acuerdo bipartidista en el Senado.

McConnell, quien ha sido un crítico feroz de Reid durante todo el año, mostró una sonrisa en su rostro y entregó palabras optimistas. "Tuvimos un buen día", declaró sobre su trabajo con Reid.

El plan bajo discusión pondría fin a un cierre parcial del Gobierno estadounidense que está iniciando su tercera semana. También elevaría el techo de deuda lo suficiente como para cubrir las necesidades de préstamos de la nación al menos hasta mediados de febrero del 2014, según dijo una fuente familiarizada con las negociaciones.

Las operaciones del Gobierno serían financiadas hasta el 15 de enero, manteniendo los recortes de gastos generalizados que comenzaron en marzo, aunque las agencias gubernamentales tendrían más margen para soportar el impacto.

Además, el acuerdo establecería una nueva ronda de negociaciones presupuestarias que tratarían de resolver el asunto para fin de año.

Debido a que las negociaciones entre Reid y McConnell continúan, los detalles están sujetos a posibles cambios, dijeron asesores del Senado.

Cualquier acuerdo también deberá obtener la aprobación de la Cámara de Representantes, donde los conservadores republicanos han insistido en que cualquier continuación de financiamiento para el Gobierno debe incluir medidas para debilitar la ley de reforma del sistema de salud impulsada por Obama en 2010, lo que resulta inaceptable para los demócratas.

La reunión en la Casa Blanca, originalmente programada para las 1900 GMT, fue pospuesta para darle más tiempo a los legisladores para sus negociaciones.

"Mi esperanza es que un espíritu de cooperación nos hará avanzar en las próximas horas", dijo Obama tras visitar una organización de caridad para familias de bajos ingresos donde algunos trabajadores con licencia del Gobierno han estado aportando como voluntarios.

Cualquier acuerdo que se alcance en los próximos días no resolverá las diferencias sobre gastos a largo plazo ni sobre la reforma del sistema de salud de Obama, que fueron los temas que iniciaron la disputa.

Eso equivaldría a un claro retroceso para los republicanos que han buscado ligar cualquier continuación de financiamiento al Gobierno y aumentar la autoridad de endeudamiento a medidas que debiliten la ley de salud de Obama. Sin embargo, McConnell se hizo eco de los comentarios de Reid de que se podría lograr pronto un acuerdo.

"Comparto su optimismo de que vamos a tener un resultado que será aceptable para ambos lados", aseguró McConnell.

El Departamento del Tesoro afirma que no puede garantizar que el Gobierno de Estados Unidos sea capaz de pagar sus cuentas más allá del 17 de octubre si el Congreso no eleva antes de esa fecha el techo de endeudamiento de 16,7 billones de dólares.

Un default podría probablemente producirse el 1 de noviembre ya que el Tesoro no tendría suficientes ingresos impositivos para cubrir los pagos de intereses, beneficios por retiros y otras obligaciones.

PESANDO EN LA ECONOMIA

No está claro si el Congreso podrá cumplir con ese plazo. Incluso si los senadores republicanos y demócratas llegan a un acuerdo, aquellos con posturas más duras -como el senador por Texas Ted Cruz- podrían retrasar una votación por varios días.

Los líderes republicanos en la Cámara baja enfrentan una fuerte presión de parte de los legisladores más conservadores dentro del partido, los más renuentes a hacer concesiones a Obama y a los demócratas.

El presidente de la Cámara, John Boehner, podría afrontar una insurrección que amenazaría su posición de líder republicano en Washington si trata de hacer progresar un proyecto que deje de lado las exigencias de sus colegas más conservadores.

Boehner no hizo declaraciones públicas sobre las negociaciones del Senado. Un portavoz dijo que la Cámara revisaría cualquier propuesta que apruebe el Senado.

Aunque es posible que el Tesoro tenga suficiente efectivo a mano para cumplir con sus obligaciones más o menos durante una semana, podría verse forzado a pagar una tasa de interés más alta sobre deuda que empiece a emitir a partir del jueves.

Los bancos y los mercados de dinero ya están evitando algunos bonos del Tesoro que usualmente son usados para préstamos a corto plazo. En Wall Street, tras una caída inicial luego de la apertura, los principales indicadores bursátiles tocaron máximos de sesión luego de las últimas declaraciones de Obama.

En China, el mayor tenedor extranjero de deuda estadounidense, la agencia estatal de noticias Xinhua dijo que era momento para "un mundo desamericanizado".

La paralización en curso de la administración federal también está comenzando a pesar sobre la economía.

Los cientos de miles de empleados federales que han quedado temporalmente desocupados probablemente reciban un pago retroactivo cuando se resuelva la disputa, pero por ahora no reciben sus salarios, lo que ha forzado a muchos a evitar gastos personales y a cancelar planes de viaje por vacaciones.