Actualizado 27/11/2017 09:06

¿Sabes de qué trata la bioeconomía y su potencial en Iberoamérica?

BIOECONOMÍA
PIXABAY

   MADRID, 26 Nov. (Notimérica)-

   La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) define la bioeconomía como el conjunto de actividades económicas relacionadas con la invención, desarrollo, producción y uso de productos y procesos biológicos. La bioeconomía ha ganado importancia durante la última década como marco de referencia para el diseño e implementación de políticas de desarrollo productivo e innovación.

   La biodiversidad, la capacidad para producir biomasa para diversos usos, además de alimentos y la disponibilidad de desechos agrícolas y agroindustriales son tres ejemplos de recursos biológicos que pueden servir de base para el desarrollo de estrategias nacionales y regionales de bioeconomía, pudiendo proveer nuevas opciones para el desarrollo agrícola y rural y la creación de empleos de calidad.

   Pese a su potencial para Iberoamérica, el concepto de bioeconomía ha recibido poca atención en las políticas públicas de los países de la región. No obstante, el tema está empezando a posicionarse en la agenda pública en varias naciones. La iniciativa más concreta es la de Argentina, donde se ha planteado un proceso nacional para el desarrollo de una estrategia vinculada al concepto de territorios inteligentes. También Colombia y recientemente Ecuador han tomado el liderazgo regional en el desarrollo de planes relacionados con el sector.

   En Iberoamérica hay un gran potencial para el desarrollo de la bioeconomía como una alternativa para la diversificación productiva y la agregación de valor en el medio rural, especialmente en los sectores agrícola y agroindustrial.

En la región se ubican 8 de los 17 países más mega diversos del planeta, localizados en la cuenca andino-amazónica (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y en Mesoamérica (Costa Rica y México). La variedad en biodiversidad también se puede encontrar en otros ecosistemas que son únicos en la región, como el desierto del norte del Chile-Sur del Perú y las pampas argentinas y la patagonia argentino-chilena. Y por supuesto, la menos conocida biodiversidad marina, tanto en el Pacífico como en el Caribe y el Atlántico.