Actualizado 17/04/2015 13:02

Tener casa propia en Argentina: una misión imposible

HIPÓTECA
Foto: PIXABAY

BUENOS AIRES, 17 Abr. (Notimérica) -

   Del total de los préstamos otorgados por el sistema financiero en Argentina, sólo un 8,3 por ciento corresponde a créditos hipotecarios, según datos del Banco Central.

   En la última década, los argentinos sí han recibido créditos para otras cosas como un coche, comprarse ropa o irse de viaje, aunque no pueden lograr vivir en una casa propia.

   El Banco Central ha estimado que, en 2003, un 40 por ciento de los fondos entregados por los bancos eran para la vivienda. A partir de ese año, la proporción se ha ido reduciendo hasta llegar el mes pasado al nivel más bajo de la época 'kirchnerista', un 8,3 por ciento.

   En 2014 sólo un 4,7 por ciento de las escrituras de compraventa se hicieron con ayuda de hipotecas, mientras que en 1999 las compras con financiación bancaria representaban el 25 por ciento.

   El secretario de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Tomás Marolda, ha confirmado estos datos, explicando que "cada año se otorgan menos créditos", según el diario argentino 'Clarín'.

CONDICIONES DE CRÉDITO IRRISORIAS

   Actualmente, para acceder a un crédito hipotecario en Argentina hay que tener, al menos, el 30 por ciento del valor de la propiedad elegida.

   El metro cuadrado cotiza en promedio a 2.268 pesos argentinos en Buenos Aires (unos 450 dólares), lo que implica una cifra inicial de más de 30.000 pesos argentinos (unos 3.400 dólares) para pedir una hipoteca.

   Aún teniendo este dinero, financiar el 70 por ciento restante a 20 años, exigiría para una familia pagar cuotas mayores a los 1.800 dólares al mes y demostrar ingresos superiores a los 4.500 dólares, dado que la cuota nunca puede llevarse más del 40 por ciento de la suma de los sueldos de los solicitantes. En propiedades de mayor superficie o en barrios más acomodados, los números se disparan.

   Con la vivienda inalcanzable, no sorprende que los consumidores se hayan dedicado a gastar en bienes más accesibles. En los últimos 12 años, mientras el crédito para vivienda perdió terreno hasta casi desaparecer, la participación de los préstamos con tarjeta en el total se triplicó: Pasó del 7 por ciento al 21 por ciento.