MADRID, 12 Dic. (Notimérica) -
La industria del tequila se ha convertido en una de las más prósperas de México, con más de 160 destilerías en el país, unas 1.600 marcas y un volumen de exportaciones que alcanza los 180 millones de litros al año en todo el mundo.
Estados Unidos es el principal importador de este destilado originario del municipio de Tequila (en el estado de Jalisco), seguido de Europa, donde España supone el mercado más importante de la región, importando cada año unos cuatro millones de litros.
El comercio del tequila, que da de comer a cerca de 70.000 familias mexicanas, se ha incrementado exponencialmente durante los últimos años, después de que este producto recibiera la 'denominación de origen', una certificación que pretende garantizar la calidad y pureza de esta bebida típica mexicana, así como proteger a los productores del país.
En una entrevista concedida a Notimérica, el director general del Consejo Regulador del Tequila, Ramón González Figueroa, ha explicado que "la denominación de origen es un concepto que funciona" y que ha logrado triplicar los niveles de exportación.
"Se está transformando la imagen que se tenía sobe el tequila, se pensaba que era un producto de no mucha calidad, pero hoy vemos que el tequila está en las más importantes mesas de los más exquisitos paladares", ha destacado González.
Sin embargo y a pesar de los esfuerzos del Consejo Regulador de Tequila y el Gobierno mexicano, todavía existen empresas ilegales que ofrecen un producto de una calidad inferior y de una forma fraudulenta.
En algunas ocasiones, el destilado que llega de forma ilegal no procede del jugo extraído de la planta del agave, sino de la caña de azúcar, haciendo que la bebida tenga una menor graduación y no sea de igual calidad.
MANTENER LA IMAGEN DE MARCA
Según ha destacado González, el hecho de que se comercie con un destilado de poca calidad puede empeorar también la imagen de marca del verdadero tequila, una cuestión que ha llevado al incremento de los controles y a la exigencia de un certificado para poder exportar este producto.
Recientemente, se interceptó un lote en Alemania que había sido exportado bajo el nombre de 'derivado de agave', pero que a su llegada al continente europeo había pasado a denominarse como 'tequila'.
Tras un análisis del producto, se descubrió que en realidad, ni siquiera procedía del agave, sino de un destilado de caña. Este hecho supone un acontecimiento histórico en la colaboración entre Europa y México para lograr salvaguardar la 'denominación de origen' y la calidad del producto.
"De México nunca salió tequila, sino un tanque de más de 20.000 litros de alcohol de dudosa procedencia que creemos que pudo ser alcohol de caña (...) en alguna parte del proceso, como consecuencia de la corrupción, se produjo el cambio de documentación", ha declarado González.
OBTENER EL CERTIFICADO
La industria tequilera mexicana, que funciona bajo el modelo de certificación europeo, "cumple con las normas más estrictas de calidad y esto le ha permitido estar ya en más de 120 países del mundo", tal y como ha destacado González.
De las 50 opciones de aduanas que tiene México, solo por 18 se pueden exportar las dos categorías del tequila: el tequila, que debe contener al menos un 51% de agave y el tequila 100% de agave.
Las empresas que quieren exportar esta bebida deben solicitar su certificado al Consejo Regulador del Tequila que establece como exigencia fundamental la "trazabilidad del producto", es decir, la posibilidad de poder identificar el origen y las diferentes etapas por las que ha pasado la bebida.
"Controlamos desde la plantación hasta la llegada al mercado", ha afirmado González, que ha añadido también que la industria del tequila es una industria joven y con numerosas posibilidades.
En la actualidad, el paisaje agavero y las antiguas instalaciones del tequila han sido declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esto, además de la 'denominación de origen', ha provocado un incremento en el turismo a la región.