Actualizado 07/12/2010 12:51

Venezuela.- El Estado asume el control del 20 por ciento de la cadena privada Globovisión


CARACAS, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Estado venezolano ha asumido el control del 20 por ciento de las acciones de la cadena privada Globovisión, contraria al Gobierno de Hugo Chávez, según ha informado este lunes la agencia estatal AVN.

El control sobre la quinta parte de las acciones de la cadena se produce tras la decisión de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban) de liquidar la sociedad mercantil Sindicato Avila, empresa ligada al Grupo Financiero Federal. Sindicato Ávila era una de las sociedades mercantiles que conforman la empresa Corpomedios GV Inversiones, dueña de Globovisión.

Corpomedios GV Inversiones, a su vez, es propiedad de la empresa Unitel de Venezuela, cuyos tres accionistas son Guillermo Zuloaga, Nelson Mezerhane y Alberto Federico Ravell, así como la empresa DNS inversiones.

A partir de este lunes, precisa AVN, el Fondo de Garantías de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) asume el control administrativo de la sociedad mercantil Sindicato Ávila, la cual se encontraba intervenida desde junio pasado. El Estado, a través de Fogade, tendrá el papel de accionista para percibir dividendos y presentarse en asamblea de accionistas.

También existe una medida de aseguramiento sobre un 5,8% de las acciones pertenecientes a Nelson Mezerhane dentro de Unitel de Venezuela. Sin embargo, los estatutos de Corpomedios GV Inversiones están hechos de tal manera que la Junta Directiva de Globovisión es designada por la asamblea de accionistas que está controlada por Guillermo Zuloaga y Alberto Federico Ravell.

Zuloaga y Mezerhane han huido a Estados Unidos para eludir cargos en su contra en Veneuela, y el mes pasado Chávez acusó a Zuloaga de organizar un complot para asesinarlo, acusaciones que el empresario negó categóricamente.

Mezerhane también era propietario de Banco Federal, que el Gobierno intervino en junio argumentando problemas de liquidez. Desde entonces el Gobierno ha vendido varios de los activos de Mezerhane para cancelar deudas con los clientes del banco.