Publicado 23/06/2015 19:26

Venezuela no termina de sacar partido a la fuerte inversión de China

Fábrica de cemento en Venezuela
Foto: WIKIPEDIA

   CARACAS, 23 Jun. (Reuters/Notimérica) -

   China se ha convertido en los últimos años en la principal potencia inversora en Venezuela con la construcción de grandes plantas para la fabricación de electrodomésticos de la marca Haier, pero por el momento no se ven los resultados ya que el género sigue siendo importado desde el país asiático, y la fábrica de Haier, que Chávez prometió en 2013 que estaría operativa a muy corto plazo, no termina de estar acabada y en funcionamiento en el país caribeño.

   Las lavadoras y demás electrodomésticos que se usan en Venezuela son de Haier, ya que es prácticamente la única marca de la que se pueden encontrar, y vienen directamente desde China, llegando a facturar más de 1.000 millones de dólares por cerca de tres millones de electrodomésticos vendidos.

   La empresa asiática sostiene que la planta está acabada, pero que aún faltan otras instalaciones complementarias por acabar: "Si bien la cooperación en el país se inició a través de proyectos para vender electrodomésticos, esto se ha convertido en un compromiso más profundo para servir a nuestros clientes en Venezuela", dijo la empresa china.

   China, gracias a acuerdos cerrados por el fallecido ex presidente Hugo Chávez hace ocho años, se ha convertido en la principal prestamista del Gobierno de Nicolás Maduro, llegando a dar hasta 50.000 millones, suma que Venezuela devuelve en su mayoría en barriles de crudo, habiendo devuelto ya más de la mitad de los préstamos.

EMPRESAS CHINAS OPERANDO EN VENEZUELA.

   Y no sólo Haier trabaja en el país americano, también empresas como el fabricante de autobuses Yutong, o la proveedora de maquinaria pesada XCMG dieron órdenes de compra por más de 1.100 millones de dólares entre el 2011 y el 2013 tras asociarse en fábricas que están en construcción.

   En concreto, en 2014 el presidente Maduro visitó las excavaciones de la que sería la primera fábrica de autobuses Yutong que tendría sede en Venezuela, y que le costó cerca de 353 millones de dólares -procedentes de finaciamiento chino-. El presidente aseguró que estarías lista y en pleno rendimiento en 15 meses y, tras 11 meses, aún queda muchísimo trabajo por hacer. Demasiado optimista habría que ser para dar por hecho que los trabajos finalizarán en el plazo marcado.

VENEZUELA PRESUME DE ACUERDOS.

   "Que la principal economía del mundo, diga y crea en nuestro país, tiene que ser motivo de orgullo", dijo a Reuters el ministro de Planificación venezolano Ricardo Menéndez, jefe de la comisión que hace seguimiento a los convenios con China.

   Pero la realidad es que más de 200 proyectos chinos permanecen en 'stand-by' y los datos aseguran que rara vez las empresas del país asiático entran a operar en Venezuela. Por el contrario, lo normal es que el propio gobierno venezolano adquiera herramientas y asesoramiento chino para construir acueductos, centrales azucareras, etc.

   "Un denominador común en todos los acuerdos de financiamiento con China es que los proyectos se ejecutan por empresas de ese país", dijo una fuente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que participa en las negociaciones para conseguir en Pekín un crédito especial de 5.000 millones de dólares para la industria.

SOLO CHINA SE MANTIENE FUERTE EN VENEZUELA.

   La mayoría de las empresas extranjeras que operaban en el país americano como Ford o General Motors están reduciendo al mínimo sus operaciones, otras, por el contrario, han optado por dejar definitivamente el país.

   No es el caso de las empresas chinas que, gracias al acuerdo binacional entre ambos países, no tienen que sufrir los controles cambiarios que instauró en su momento Hugo Chávez.

   El ex presidente, al igual que está pasando con la planta de Yutong, prometió en 2013 que se construiría una planta de electrodomésticos de Haier en el pueblo rural de San Francisco de Yare, a unos 70 kilómetros al sur de Caracas: "Ahorita estamos trayéndolos para acá, pero ya llegará el día en que nosotros, aquí, haremos todo eso", dijo Chávez, refiriéndose a los electrodomésticos que suministra Haier. Dos años después, lo único que hay de esa fábrica es una nave blanca que no registra apenas actividad.

   "La verdad es que estos préstamos no generan nuevos puestos de trabajo ni inversión en Venezuela, más bien los están creando en China", dijo Harold Trinkunas, un economista Brookings Institution que ha monitorizado las inversiones chinas en la región desde Washington.