Por Gilbert Reilhac
BELFORT, Francia, 24 jun (Reuters/EP) -
En un viaje conjunto al poblado de Belfort, que es la cuna de su cooperación en Francia, los jefes de Alstom y General Electric defendieron su unión como buena para los negocios, el empleo y Francia.
El fabricante francés de ferrocarriles y turbinas Alstom acordó el fin de semana una operación de 16.900 millones de dólares con General Electric que había sido fuertemente criticada por el Gobierno francés y que será la mayor adquisición jamás realizada por el conglomerado estadounidense.
Para ganarse al Gobierno, General Electric ha sacado publicaciones a página completa en diarios franceses y su presidente ejecutivo, Jeff Immelt, ha volado varias veces a París para reunirse con el presidente Francois Hollande y su Gobierno socialista.
Con el acuerdo ya sellado, Immelt viajó el martes a Belfort, un poblado en el este de Francia donde trabajadores de Alstom y General Electric han estado construyendo turbinas de energía en plantas adyacentes durante los últimos 15 años.
Immelt y el presidente ejecutivo de Alstom, Patrick Kron, conversaron con empleados locales y posaron para fotografías frente a las turbinas de Alstom, que pertenecerán a una sociedad a partes iguales como parte del acuerdo sellado tras una disputa de dos meses con el Gobierno.
"Creo que es un triple triunfo", dijo Kron a los periodistas durante la visita.
"Ofrece un futuro para las actividades y empleados de Alstom, tiene una lógica industrial que pedimos GE y nosotros y aborda las preocupaciones del Gobierno sobre la transición energética y soberanía nuclear (de Francia)", agregó.
En mayo, Alstom rechazó la oferta original de General Electric -la compra de todo el negocio energético de Alstom- y buscó en las semanas siguientes una alianza más equilibrada que mantuviera la independencia energética, los empleos y la pericia industrial de Francia.