Barricades of tires block the vehicular passage at the Tienditas cross-border br
REUTERS / LUISA GONZALEZ

   CARACAS, 21 Feb. (Notimérica) -

   Lo avisaba el autoproclamado presidente 'encargado' de Venezuela, Juan Guaidó, a través de su cuenta de Twitter: "¡Venezuela, tenemos fecha!". Con este mensaje, el opositor al Gobierno de Nicolás Maduro y jefe de la Asamblea Nacional anunciaba que el 23 de febrero será el día en el que la ayuda humanitaria que se acumula en la localidad colombiana de Cúcuta entre al país para abastecer a cientos de miles de familias.

   Con esta advertencia, sumada al convencimiento del propio Guaidó de que la ayuda "entrará sí o sí", como ha repetido en numerosas ocasiones, el autoproclamado presidente lanzaba un órdago a Maduro, quien lleva semanas advirtiendo de que esas cajas humanitarias no entrarán en territorio venezolano fundamentalmente por dos razones: la primera, porque los productos --enviados en gran medida desde Estados Unidos--, según el mandatario, están "podridos". Y la segunda, porque considera que en realidad abrir las puertas a la ayuda sería "dejar entrar en el país a quienes quieren dar un golpe de Estado", en referencia fundamentalmente a Colombia y EEUU. En cambio, Maduro sí ha aceptado ayuda proveniente de países aliados como Cuba, Rusia o China.

   Guaidó ya anima a todos los venezolanos a trasladarse hasta el punto fronterizo para que se les haga entrega de la ayuda en la que considera que será "la mayor movilización de nuestra historia", según recoge el diario 'El Mercurio', pero la realidad es que la orden oficial es de no permitir el ingreso de tal ayuda.

   "La ayuda humanitaria va a entrar sí o sí. El usurpador va a tener que irse, sí o sí, de Venezuela. No es la primera vez que el país se va a librar de un tirano, pero esperemos que sí sea la última", afirma Guaidó mientras Maduro niega que exista ninguna crisis humanitaria. Con tal escenario, advierten los expertos, lo que está juego este sábado no es solamente la entrada o no de cajas con ayuda humanitaria para paliar la escasez en Venezuela, sino que es la fecha en la que se medirán realmente las fuerzas de ambos líderes.

   "El 23 algunas personas en el régimen tendrán que tomar una decisión que definirá sus vidas: ya sea que se queden con este dictador, que es ilegítimo y sus días están contados, y niegan al pueblo alimentos y medicinas, o es tiempo de decir 'hasta aquí llegamos'", aseguró en este sentido desde Cúcuta el senador por Florida, Marcos Rubio. La entrada de EEUU en el escenario complica la situación aún más.

EL 'DÍA D'

   Los analistas internacionales han calificado la jornada como el 'Día D' de Venezuela y advierten de que es posible que sea el inicio de un conflicto armado. "La ayuda humanitaria en gran medida va a ser un caballo de Troya y el día de su ingreso, el 23 de febrero, se convierte en el día D", asegura el politólogo venezolano Claudio Fantini en la radio Mitre, según recoge 'Emol'. "Es un día que se presume como punto de inflexión, este día es un punto clave en lo que puede ser el inicio de un conflicto armado: si ese caballo de Troya que va a entrar es repelido militarmente, ya sea por los militares que responden al régimen o por las fuerzas paramilitares, podría detonar un conflicto que inmediatamente involucraría a tropas colombianas y posteriormente a más países", añade.

   Por otra parte, el director de la Fundación Pares, León Valencia, alerta de la falta de información sobre la estrategia que la oposición quiere llevar a cabo para ingresar la ayuda. "No conocemos los secretos de esta operación, pero el despliegue mediático ha sido intenso y el activismo del gobierno colombiano y de los funcionarios de EEUU ha sido impresionante. ¿Será que estamos ante una avanzada de la intervención militar? ¿O será apenas una medida de aceite para ver cómo reacciona el gobierno venezolano?", se pregunta el experto.

   Por si fuera poco, para el mismo sábado 23 se han organizado dos conciertos solidarios. Uno a cada lado del puente Simón Bolívar que ejerce de frontera entre Colombia y Venezuela. Del lado del primero, un maxiconcierto que contará con más de una treintena de cantantes reconocidos mundialmente. Y del lado del segundo, aún ninguna cabeza de cartel confirmada, aunque el Ejecutivo está solicitando apoyo de músicos reconocidos a través de las redes sociales.