Actualizado 13/04/2015 23:29

Aliados del Gobierno y la OAB rechazan el juicio político a Rousseff en Brasil

Demonstrators take part in a protest against Brazil's President Dilma Rousseff i
Foto: PAULO WHITAKER / REUTERS
 

BRASILIA, 13 Abr. (Notimérica) -

   Este domingo ha estado marcado por nuevas protestas en las principales ciudades del país en las que los manifestantes pedían un juicio político de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el fin de la corrupción.

   Casi 200 ciudades brasileñas reclamaban la interrupción del mandato de Rousseff, al mismo tiempo que solicitaban una reforma política, investigación de denuncias de corrupción e, incluso, la vuelta de los militares al poder.

Manifestação Impeachment

   Desde la base aliada del Gobierno y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB, por sus siglas en portugués), los pedidos del juicio y de la intervención militar fueron rechazados aunque la legalidad de la manifestación había sido defendida.

   De acuerdo con la columna Brasil Confidencial del periodista Eumano Silva para la 'Revista Isto 'E.' hasta el momento han sido legislados 22 pedidos de acusaciones contra Rousseff, de los cuales 18 han sido archivados por falta de consistencia. De los cuatro pedidos restantes, que continúan analizándose, tres son de abogados y uno ha sido solicitado por el polémico diputado Jair Bolsonaro. Mientras tanto, ninguno de los textos contiene pruebas para fundamentar el juicio.

   El líder del Gobierno en la Cámara, José Guimarães (PT-CE), es uno de los políticos que defiende las protestas, pero critica la acusación. "La presidenta Rousseff está respaldada por 54 millones de brasileños que la volvieron a elegir para gobernar Brasil durante cuatro años. Esa idea de juicio no encuentra legitimidad y no tiene elementos jurídicos para su concreción", según el reportaje de 'Fantástico'.

   Igual que Guimarães, el líder del Partido del Trabajo (PT), Sibá Machado, también sostiene que no hay nada que incrimine a la presidenta.

   Por su parte, el presidente de la OAB, Marcus Vinícius Coelho, ha declarado al programa dominical de Globo que "el pedido de la acusación debe basarse en pruebas concretas de la participación de la presidenta de la República. La OAB no ha deliberado sobre el tema, porque no tomamos conocimiento de la existencia de participación personal de la presidenta en actos de corrupción".

   Para Coelho el país vive su momento más democrático y defender la intervención militar en un agravio contra la Constitución. "Para los males de la democracia, sólo hay un remedio: más democracia, más libertad. Queremos un Brasil próspero. Un Brasil de todos los brasileños, y no de unos pocos que ocupan el poder en una dictadura. Nunca más la voz única del autoritarismo", ha declarado Coelho a 'Fantástico'.

   Quien también se ha pronunciado sobre las reivindicaciones de la manifestación ha sido el vicepresidente, Michel Temer, que ha señalado que los manifestantes revelan una "democracia poderosa" y ha justificado que el Gobierno está escuchando al pueblo para así "atender esas reivindicaciones".

   Rousseff, que estaba desde el pasado viernes en Panamá, donde se celebra la VII Cúpula de las Américas, ha vuelto a Brasil el domingo de madrugada para reunirse con el ministro de Justicia, José Eduardo Cardoso, y con el secretario de la Presidencia de la República, Miguel Rossetto, en el Palacio de Alvorada para evaluar las manifestaciones.

BALANCE.

   Las manifestaciones del domingo tuvieron una adhesión inferior a la del pasado 15 de marzo. En la primera manifestación São Paulo reunió un millón de personas y esta vez han comparecido en la Avenida Paulista cerca de unas 275.000 personas.

   En Brasilia comparecieron 25.000 personas, de acuerdo con la Policía Militar, cerca de 20.000 personas menos que en marzo.

   En Río de Janeiro, 2.000 personas se reunieron en la Avendida Atlântica. En Goiânia, 2.000 personas, en Panamá (Curitiba) 40.000, más de 5.000 personas en Londrina y 1.200 en Foz de Uguazú.

   En la protesta contra el gobierno por el fin de la corrupción, se juntaron unas 6.000 personas, de acuerdo con la PM y el Belo Horizonte.

   En Puerto Alegre, 35.000 manifestantes salieron a las calles, 75.000 menos que en marzo. En Maranhão, São Luís, participaron 3.000 personas, y en Belém 8.000 manifestantes.

CAMPAÑA CONTRA DILMA y DECLARACIONES.

   El partido Solidariedade comenzó el domingo a recoger suscripciones para solicitar el juicio de Dilma Rousseff, la campaña pretende reunir cerca de un millón.

   La idea del partido es presentar el pedido de la Cámara de los Diputados con intención de reunir la cantidad deseada y pretende utilizar opiniones jurídicas encomendadas a 12 juristas, tal y como ha indicado Agência Brasil.

   El presidente del partido Solidaridade, el diputado Paulo Pereira da Silva, Paulinho de la Fuerza Sindical, ha dicho que "la situación es grave, la corrupción está generalizada, billones han sido robados de Petrobras. [...] Y ella no ha tomado ninguna medida. Si ella no ha la ha tomado, se ha omitido".

   El presidente del PSDB, el senador Aécio Neves, ha divulgado una nota en la web del partido en la que dice que "se solidariza con los millares de brasileños".

   La excandidata a la presidencia Marina Silva ha publicado en Internet que "menos gente en las calles no significa menos insatisfacción; al contrario, puede significar un aumento de la desesperación, o la representación de una revuelta que puede volver más fuerte después de algún tiempo".

   Marina utilizó palabras de Martin Luther King para cerrar su artículo diciendo: "Permítanme decir que, si están cansados de protestas, yo estoy cansado de protestar (...). Pero lo importante no es lo cansado que estoy; lo más importante es deshacernos de la condición que nos lleva a marchar. Señores, ustedes saben que no tenemos muchas cosas. No tenemos dinero suficiente. Realmente no tenemos mucho estudio y no tenemos poder político. Tenemos la pena en nuestros cuerpos, y ustedes están pidiendo que abdiquemos de la única cosa que poseemos cuando dicen: 'No marchéis'".