Odebrecht
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MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -

El que fue jefe de la campaña de los expresidentes de Brasil Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, João Santana, ha asegurado que el exmandatario tenía conocimiento del uso de recursos no contabilizados oficialmente que entraba en la denominada 'caja 2', misma acusación que hizo contra la expresidenta el pasado mes de abril.

Santana ha señalado que el hecho de que Lula conociera el dinero no contabilizado es algo que se desprendía de sus encuentros con el exministro de Hacienda Antonio Palocci, a quien las autoridades acusan de ser quien medió en la apertura de una cuenta bancaria abierta para recibir sobornos de la compañía brasileña Odebrecht, implicada en una millonaria trama de corrupción.

Según el texto anexo del testimonio de Santana, Palocci fue responsable de la negociación de los términos del contrato con la empresa de publicidad de Santana y su esposa, Mônica Moura. El texto se ha conocido este jueves después de que el juez Edson Fachin, responsable de la investigación de la 'operación Lava Jato' en el Tribunal Supremo Federal de Brasil, levantara el secreto de sumario.

"En esos encuentros quedó claro que Lula sabía todos los detalles, todos los pagos recibidos desde el exterior por Pólis --la empresa de publicidad--, porque Antonio Palocci, entonces ministro de Hacienda, siempre alegaba que las decisiones definitivas dependían de la 'última palabra del jefe'", ha indicado Santana, según recoge la Agencia Brasil.

El publicista ha asegurado que el exministro tenía "pleno poder" sobre una de las cuentas de la denominada 'caka 2' del Partido de los Trabajadores (PT) junto a Odebrecht. En su testimonio Santana ha aprovechado para recordar que hizo otra serie de pagos directos a Rousseff durante la campaña de 2010.

"En esos casos, tanto Lula como Dilma se habían comprometido a resolver el 'impasse' y, de hecho, volvía a haber pagos. Tanto los oficiales, como los que se hacían a través de la 'caja 2'", ha agregado.

La defensa de Lula ha negado estas acusaciones y ha asegurado que el testimonio de Santana no demuestra nada, ya que éste se ha tomado en el contexto de los interrogatorios en los que la Fiscalía "presiona" para que determinados testigos confiesen delitos con el objetivo de evitar la prisión.

"La persecución política a través de los medios jurídicos con respecto a Lula queda, cada día, más clara y está siendo vista en todo el mundo", ha señalado la defensa del expresidente, que en la víspera compareció por primera vez ante el juez federal Sérgio Moro sobre el caso del tríplex que había recibido presuntamente por la empresa OAS --implicada en el caso-- como soborno.

Odebrecht y su filial petroquímica, Braskem, llegaron el pasado diciembre a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el cual admiten el pago de sobornos a funcionarios de 12 países para conseguir contratos públicos. Ambas compañías se han comprometido a pagar conjuntamente una multa de 3.500 millones de dólares a cambio de que se retiren los cargos en Estados Unidos, Suiza y Brasil.

Este acuerdo se enmarca en las investigaciones estadounidenses por el caso 'Lava Jato', en el que las autoridades brasileñas indagan sobornos a políticos de distinto signo para lograr contratos de la petrolera estatal, Petrobras.

Odebrecht ha reconocido el pagó más de 2.000 millones de dólares en sobornos a funcionarios y políticos brasileños y otros 439 millones de dólares en otros países de la región que han lanzado sus propias pesquisa.