MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de las Damas de Blanco, Berta Soler, ha reconocido que en una reunión celebrada hace dos años plantearon al arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, la posibilidad de que los presos políticos salieran de Cuba, pero ha dejado claro que se referían solamente a "algunos" opositores que habían expresado este deseo para poner fin a su presidio.
Soler ha comentado que en ese momento "unos diez" presos de conciencia habían manifestado su intención de salir de Cuba, sin embargo, esta cifra no fue trasladada a Ortega durante el encuentro, ni tampoco mencionaron a España como una opción para su refugio. "Jamás dijimos ni cifras ni nombres, ni propusimos ningún país", ha destacado en declaraciones telefónicas a Europa Press desde La Habana.
Durante los años que estuvieron luchando por la liberación de sus familiares, las Damas de Blanco recorrieron varias embajadas radicadas en La Habana de países como Francia, Chile, Canadá, Suecia, República Checa y España, entre otras, para indagar sobre la posibilidad de acoger a "algunos" de los disidentes ante una eventual excarcelación. "Muchos expresaron su disposición de hacerlo", ha comentado Soler.
Además, los familiares de los presos "nunca quisimos que todo se hiciera de la forma como se hizo", ha indicado, al recordar que todos los que viajaron a España "fueron sacados de la cárcel y llevados directamente a un avión" sin la posibilidad de regresar a sus viviendas para despedirse de los familiares que se quedaron.
"A ellos les deportaron", ha denunciado Soler, tras explicar que "lo ideal" hubiese sido que los opositores que querían salir de Cuba hubiesen podido hacer las solicitudes de refugio en las embajadas "como hombres libres y no de la manera como finalmente se hizo".
Ortega aseguró esta semana en un foro realizado en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, que las Damas de Blanco le propusieron, entre otras cosas, "que sus esposos fueran enviados a otro país, que era preferible estar separados por el mar que por las rejas de la cárcel", aunque no dijo si en algún momento se habló de España como una de las posibles alternativas.
Estos planteamientos fueron presentados al Gobierno de Castro --destacó el cardenal-- que en julio de 2010 autorizó la excarcelación de los 53 opositores de la llamada Primavera Negra de 2003 que todavía estaban en prisión. De ese grupo, sólo doce permanecieron en Cuba "por deseo propio" y el resto viajó con sus familiares a España, gracias a la mediación del entonces ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos.
Soler ha resaltado que en un principio, cuando Ortega se comunicó con los presos para plantearles la posibilidad de salir de la isla, "muchos" dijeron que no, pero después "sus familias les convencieron" y es por este motivo que unos 50 opositores viajaron finalmente a España "presionados" por sus parientes. "La mejor muestra de que no todos querían salir es que varios se quedaron aquí", ha subrayado.
El proceso de excarcelación contemplaba en un primer momento los presos políticos de la Primavera Negra, sin embargo, posteriormente se sumaron más disidentes hasta superar el centenar de opositores los que finalmente viajaron a España con sus familiares entre 2010 y 2011.
Desde un comienzo, varios de los que llegaron a España denunciaron que habían decidido salir de Cuba porque no se les habían presentado otra opción. Ante esta situación, organizaciones disidentes calificaron este hecho como un "destierro" y una "deportación", además han criticado que a ninguno de los excarcelados se les otorgó un indulto por los delitos a los que fueron condenados.