Cristina Fernandez De Kirchner
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   BUENOS AIRES, 10 Oct. (Notimérica)-

   La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner acusó este martes al juez federal Claudio Bonadio, quien este lunes la citó para el próxmia día 26 para prestar declaración indagatoria por encubrir a Irán en el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), de actuar en función de los "intereses políticos" del presidente argentino, Mauricio Macri.

   "Hacemos responsable a Bonadio de ser el servidor de los intereses políticos de Macri. Actúa como una correa de transmisión de las obsesiones del Presidente contra la oposición y contra mi persona", afirmó de Kirchner, según informó 'La Nación'.

   Del mismo modo, la exmandataria indicó que "hacemos responsable al presidente Macri de persecución política y degradación de nuestra democracia, de un uso partidario y obsceno, inconstitucional, donde el Poder Judicial actúa como una fuerza de tareas del Ejecutivo".

   Con duras críticas al Gobierno, Fernández de Kirchner afirmó que considera "inaceptable" la judicialización de la discusión política y cuestionó que se haya fijado un "cronograma judicial en paralelo con el cronograma electoral".

   Además, la postulante a senadora nacional en la provincia de Buenos Aires dijo que la decisión del juez Bonadio de citarla por la denuncia del fiscal Nisman "vulnera todas las garantías". "Uno no sabe por qué ha sido citada. En un llamado a indagatoria se debe aclarar por qué delito se lo cita para que uno pueda ejercer su derecho de defensa. Quiero tener los mismos derechos que cualquiera, ni más ni menos", resaltó.

   En enero de 2013, Argentina e Irán firmaron un polémico Memorando de Entendimiento (MOE) para intentar avanzar con la investigación, congelada durante años, un acuerdo que permitía que un juez argentino pudiera interrogar en Irán a los imputados en el caso, aunque no llegó a entrar en vigor porque requería el visto bueno del Parlamento de la República Islámica.

   Nisman se basó en este memorando para sustentar su denuncia, argumentando que escondía un acuerdo para alejar las sospechas de Irán a cambio de la compra de grano argentino.

   El atentado contra la sede de la AMIA dejó 85 muertos y más de 300 heridos, lo que lo convierte en el mayor ataque terrorista en suelo argentino.