Actualizado 27/10/2017 11:28

La fractura provocada por las acusaciones contra Temer en su coalición podría acabar con su agenda de reformas

Michel Temer
REUTERS / UESLEI MARCELINO

   BRASILIA, 27 oct (Reuters/Notimérica) -

   Señalado reiteradamente por las acusaciones de corrupción por miembros del principal parido aliado, quienes junto a otros parlamentarios instan por llevarlo a juicio, el presidente brasileño Michel Temer se enfrenta a una importante fractura en su coalición política que, de intensificarse, podría desbaratar sus planes financieros para las cuentas del país.

   La Cámara de Diputados desechaba nuevamente este miércoles, por 251 votos contra 233, los cargos de obstrucción a la justicia y asociación ilícita presentados por fiscales federales contra Temer, permitiendo que el presidente continúe en el cargo. Sin embargo, la agenda de reformas queda en duda.

   A pesar de que existen pocas probabilidades para aprobar una reforma efectiva sobre el costoso sistema de pensiones después de que casi todos los legisladores del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) votaran por un juicio contra Temer, el mandatario ha asegurado que se reanudarán las negociaciones para la reforma de dicho sistema.

   Por el contrario, en la que ha sido la mayor revuelta contra el gobierno de Temer, un total de 23 congresistas del PSDB han votado a favor de que el mandatario sea sometido a un juicio ante el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, siendo apenas 20 legisladores del partido los que han mostrado su apoyo al presidente.

   Así, con esas divisiones en su coalición, Temer no podría reunir la cantidad de votos suficientes para aprobar la reforma del sistema de pensiones brasileñas, cambios que representan la piedra angular de sus planes para hacer frente a un déficit presupuestario que ha ahuyentado a los inversores del país sudamericano.

   Temer, cuyo grupo político no posee una mayoría simple en la Cámara baja, de 513 escaños, no podría por ello conseguir la aprobación de cualquier legislación nueva, estando lejos de los 308 votos que se requieren para una enmienda constitucional como el proyecto de reforma al sistema de pensiones. "No veo que se llegue a aprobar, ni siquiera a debatir", sentenciaba Fabio Sousa, legislador del PSDB. "Su gobierno es frágil y hay elecciones generales el año que viene".