BOGOTÁ, 6 Sep. (Reuters/EP/Notimérica).-
El Gobierno de Colombia ha confirmado este martes la muerte de un ciudadano ruso secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), reclamando a la guerrilla que entregue el cuerpo cuanto antes y desvelando que ya existen contactos en este sentido.
El ciudadano ruso, Arsen Voskanian, fue asesinado en abril por los guerrilleros que lo retenían cuando intentó escapar en las selvas del departamento del Chocó, tal y como desveló el sábado un comandante del ELN.
"Está muerto", explicó el comandante guerrillero, identificado solo por su alias, 'Yerson', durante un encuentro en una zona de presencia guerrillera y de frecuentes combates entre insurgentes, militares y paramilitares. 'Yerson' es miembro de la unidad que estaba al cargo de la vigilancia del ruso.
Así, afirmó que Voskanian se hizo con una granada de mano y la lanzó contra sus captores en medio de una operación para su liberación mediada por la Cruz Roja. "La granada explotó (...). Varios de nuestros chicos fueron heridos, los cinco chicos de la unidad entera. Huyó, le disparamos y murió (...). La cuestión del cuerpo hay que negociarla", dijo.
En respuesta, el jefe negociador del Gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo, ha afirmado que las autoridades están pidiendo a los negociadores del ELN "que faciliten la devolución del cadáver del ruso a sus familiares, quienes se han puesto en contacto con la Embajada rusa".
"Ellos (el ELN) han dicho que están dando instrucciones y en la mejor voluntad de devolver el cadáver del ciudadano ruso cuanto antes, ojalá que lo cumplan, que lo hagan rápidamente. Y se sabe que está enterrado en algún lugar de las selvas chocoanas", ha recalcado.
El ELN secuestró a Voskanian el 5 de noviembre de 2016 en el departamento de Chocó (noroeste) mientras recolectaba ranas venenosas para venderlas en el mercado internacional, según la guerrilla.
El Gobierno y la guerrilla firmaron el lunes en la capital de Ecuador, Quito, un acuerdo de alto el fuego que se extenderá durante cuatro meses con el objetivo de facilitar el proceso de paz activo entre ambas partes.
El texto firmado en la capital ecuatoriana contempla la creación de un mecanismo de vigilancia del acuerdo del que formarán parte también la ONU y la Iglesia Católica y que tendrá entre sus objetivos "prevenir e informar de cualquier incidente".
Esta es la primera vez en más de 50 años de guerra con esta guerrilla que se logra pactar una medida bilateral para rebajar la intensidad del conflicto.
Por este motivo, ha sido celebrado en toda la región como un paso clave hacia lo que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha denominado la "paz completa" en Colombia, en alusión a su objetivo de sellar la paz con las dos principales guerrillas del país.