Pedro Pablo Kuczynski
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   LIMA, 21 Dic. (Notimérica) -

   Menos de 18 meses después de que Pedro Pablo Kuczynski accediera al poder, el Congreso peruano ha propuesto su cese. Este jueves se llevará a cabo la votación con la que se decidirá la posible destitución del mandatario, que de ser apartado su cargo pasará a ser para el primer vicepresidente del país.

   La medida, impulsada por 27 congresistas del partido fujimorista Fuerza Popular, con mayoría parlamentaria, del APRA, del Frente Amplio y de la Alianza para el Progreso, ha provocado que en los medios de comunicación se empiece a escuchar la denominación 'golpe de Estado'.

   Pero, ¿es un golpe de Estado la posible destitución de Kuczynski? Para el mismo mandatario, sí se trata de eso. Tal y como ha declarado, sobre él recae "un golpe de Estado disfrazado", por lo que ha solicitado al Congreso "respeto a la decisión popular" que le otorgó en 2016 la Presidencia de la Nación.

   "La Constitución y la democracia están bajo ataque. Estamos bajo un golpe, bajo el disfraz de interpelaciones legales supuestamente legítimas", dijo el presidente indico a través de la televisión este miércoles. Así, ha asegurado que tratará de defenderse "con claridad" este mismo jueves y ante los parlamentarios.

   La denuncia contra el mandatario procede de las declaraciones realizadas por el exdirector de la empresa brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, ante fiscales peruanos en las que aseguraba que desde la brasileña se habían encargado consultorías para proyectos públicos a Westfield Capital, una de las empresas que Kuczynski gestionaba mientras formaba parte de la cartera de Gobierno del expresidente Alejandro Toledo.

   El mandatario, que ha indicado que el momento de los hechos ya no formaba parte de dicha empresa, deberá defender y demostrar este jueves los hechos. Sin embargo, el portal digital 'BBC Mundo' recoge las críticas de varios analistas, quienes han indicado que la medida impuesta por los parlamentarios no respeta la presunción de inocencia ni el derecho a la defensa del presidente.

   A ello, a la posible violación de derechos del presidente, las críticas al proceso contra Kuczynski se suma el hecho de que la líder del partido opositor Frente Popular, Keiko Fujimori, se encuentra asimismo siendo investigada por su presunta relación con el caso Odebrecht y quien, además, ha solicitado a la Justicia peruana el retraso de su citación en relación con el caso y que estaba programada para este miércoles.

   Por otra parte, la oposición requerirá de 87 votos para que la medida sea aprobada, obligando al presidente a apartarse del cargo y dejando a Martin Vizcarra ostentando la Presidencia. Sin embargo, de ser vetados tanto Vizcarra como el segundo vicepresidente de Perú, el mando sería asumido por miembros del Frente Popular hasta la convocatoria de elecciones.

   Si bien la ofensiva contra Kuczynski no se ha saltado la normativa, tal y como ha explicado el analista político peruano y presidente de la encuestadora Ipsos, Alfredo Torres, a 'BBC Mundo', la medida para "exagerada", especialmente por no haberse demostrado hasta el momento la presunta implicación en el caso de corrupción, lo que hace posible la idea de que se trate de una medida 'aprovechada' u 'oportunista'.

   "Es un abuso del parlamento, pero no un golpe porque se están cumpliendo las normas y son varios partidos los que lo presentaron. Y todos de distintas corrientes ideológicas", afirma Torres al citado medio. De la misma manera, el profesor de Política Latinoamericana y Comparativa de la London School of Economics, Francisco Panizza, asegura a 'BBC Mundo' que cree que en estas circunstancias no está claro qué es lo más le conviene a los ciudadanos.

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