Actualizado 18/09/2018 18:19

El ministro de Exteriores defiende que Vizcarra busca presionar al Congreso para que actúe con su moción de confianza

Presidente de Perú, Martín Vizcarra
REUTERS / GUADALUPE PARDO - Archivo

   LIMA, 18 Sep. (Reuters/EP) -

   La decisión del presidente de Perú, Martín Vizcarra, de activar un mecanismo constitucional que le podría permitir disolver el Congreso no puede leerse como un golpe al Parlamento, sino como una forma de presionar a los legisladores para que aprueben urgentes reformas, ha defendido el ministro de Exteriores del país, Néstor Popolizio.

   El jefe de la diplomacia ha defendido la decisión del mandatario de solicitar "un voto de confianza" para su gabinete y sus iniciativas de reforma política y judicial, negando las acusaciones de la oposición de que la propuesta tenía visos de una postura autoritaria.

   Si el Congreso rechaza el voto de confianza, el presidente tendrá que cambiar a todo su gabinete de ministros pero también estará facultado constitucionalmente para cerrar el Congreso unicameral, con lo cual se convocará a elecciones legislativas.

   "Yo sé que en otros países no existe esta figura, por eso podría llevar a una cierta confusión o interpretación", ha defendido Popolizio en una entrevista con Reuters después de que la decisión de Vizcarra.

   "Pero es un proceso absolutamente democrático, apegado a la Constitución peruana", ha insistido el canciller.

   Vizcarra pidió el voto de confianza el domingo, dando inicio a un nuevo período de incertidumbre política en el país seis meses después de que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski renunciara por acusaciones de corrupción que negó.

   Según la Constitución peruana, un presidente puede cerrar el Congreso si el Parlamento destituye a su gabinete dos veces. El actual Congreso ya despidió a un gabinete durante el mandato de Kuczynski. Vizcarra, que era su vicepresidente, asumió el mando para completar la gestión de gobierno que culminará en 2021.

   La última vez que un presidente cerró el Congreso en Perú fue en 1992, con Alberto Fujimori como presidente quien alegó obstrucción del Parlamento a reformas en temas de seguridad. Sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción y consolidar el poder.

   Su hija, la excandidata presidencial Keiko Fujimori, es ahora líder del mayor partido opositor en el Congreso, Fuerza Popular, al que Vizcarra acusa de frenar sus propuestas de reforma que incluyen la no reelección de los legisladores y la vuelta de un Parlamento bicameral después de casi tres décadas.

   Los legisladores de Fuerza Popular dijeron el lunes que la petición de Vizcarra de voto de confianza es inconstitucional, y algunos hasta acusaron al presidente de tratar de organizar un "golpe" al Parlamento para sofocar a la oposición.

   Pero Popolizio ha sostenido que la estrategia de Vizcarra era tan constitucional como cuando el partido opositor intentó destituir a Kuczynski en dos oportunidades, citando argumentos legales como que el mandatario no era moralmente apto para gobernar.

   "Son parte del juego democrático existente en el país", ha afirmado el canciller. "La cuestión de confianza como los procedimientos de vacancia están previstos en la constitución peruana, por eso no podemos hablar de ningún aspecto golpista", ha señalado.

   Popolizio ha dicho que pese al contexto político la economía de Perú, un gran productor de minerales, "seguirá creciendo" a unas las tasas más altas de la región y que la apuesta de Vizcarra por sacar adelante sus reformas apoyaría a la expansión.

   "Estas son buenas señales también para los inversionistas, porque en la medida que tengan un Poder Judicial que funciona perfectamente bien e instituciones sólidas, lo que usted tiene es seguridad jurídica que alienta las inversiones", ha aseverado.