Actualizado 10/08/2015 21:41

¿Qué sucederá con la economía de Argentina en un próximo gobierno?

   BUENOS AIRES, 10 Ago. (Reuters/Notimérica) -

   El próximo presidente de Argentina, probablemente, se definirá entre el oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, considerados más moderados y amigables con los mercados que la saliente mandataria de centro-izquierda, Cristina Fernández.

   Después de resultar primero y segundo respectivamente en las primarias abiertas del domingo, los dos competirán el 25 de octubre, junto a otros candidatos minoritarios, por tomar las riendas del país.

   Si ninguno logra los votos necesarios, tendrían que dirimir la presidencia en una segunda vuelta en noviembre.

UN ESCENARIO ECONÓMICO COMPLEJO.

   Quien resulte ganador deberá lidiar con los problemas que afectan a la estancada economía desde hace algunos años, como la caída de ingresos por los menores precios de las materias primas que exporta, una inflación estimada por privados en cerca del 30% anual, un desplome de inversiones, costosos subsidios y algunas distorsiones acarreadas por un control de cambios.

   Además, deberá hacer frente a un pleito judicial por deuda pública impagada que complica el financiamiento externo del país.

   A continuación, los posibles escenarios que se abrirían para la economía argentina con la victoria de alguno de los dos principales candidatos:

UN TRIUNFO DE DANIEL SCIOLI.

   Scioli es proclive a evitar las excesivas intervenciones estatales sobre la economía. Pero su cercanía con la presidenta Fernández, que ha mostrado un estilo intervencionista, generó cautela en los mercados y en los círculos empresariales, que estarán atentos a las primeras señales de su eventual Gobierno.

   Su equipo apostará a ganar competitividad recortando los impuestos y sin devaluar el peso argentino, como han recomendado muchos economistas.

   Con modificaciones graduales en la economía, Scioli intentará reducir en alrededor de un tercio la inflación hasta por debajo del 10% anual al cabo de su cuarto año de mandato, ayudado por las inversiones privadas que prevé que lleguen al país impulsadas por la menor inflación y las certezas sobre la economía.

   Las divisas permitirán liberar gradualmente el actual control de cambios, en primer lugar, para importar todos los insumos que necesita la industria y pagar servicios de deuda y, más adelante, para el mercado minorista.

   Scioli recortaría poco a poco los costosos subsidios energéticos, a los que se destinan casi un 4% del PIB, considerando que como gobernador de la provincia de Buenos Aires autorizó alzas en las tarifas eléctricas.

   La medida repercutiría sobre la clase media, principal beneficiaria de los subsidios, pero Scioli espera, en contrapartida, compensarla con una eventual baja del impuesto a las ganancias que pagan los asalariados.

   Para calmar el malestar con el poderoso sector agropecuario, Scioli eliminaría impuestos a las exportaciones (conocidos como retenciones) de economías regionales y bajaría los del trigo y el maíz, aunque difícilmente recorte al comienzo de su gestión el gravamen a la soja, el principal cultivo de Argentina.

   En cuanto a los pleitos de deuda que mantiene el país, el peronista intentará buscar margen para una negociación "justa" y una mayor flexibilidad de los acreedores a fin de superar un conflicto en la justicia de Estados Unidos que ha alejado a Argentina de los mercados de capitales.

UN TRIUNFO DE MAURICIO MACRI.

   El ex empresario Macri implementará cambios más rápidos y no tan paulatinos en la economía, como levantar de inmediato las restricciones para adquirir divisas. El alcalde de la ciudad de Buenos Aires cree que esa medida atraerá un aluvión de inversiones que evitará una abrupta devaluación del peso.

   La política monetaria de su gobierno será acorde a un objetivo de inflación más baja y mantendrá a raya la emisión monetaria. Las divisas impulsarán proyectos productivos y de infraestructura sin necesidad de recurrir a la emisión.

   Macri reducirá los subsidios energéticos a la clase media y probablemente compensaría el impacto con modificaciones al impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores.

   Para el sector agropecuario, prometió liberar los mercados y eliminar retenciones al trigo y al maíz, además de bajar gradualmente la alícuota que pagan las exportaciones de soja.

   Se espera que el político de centro-derecha llegue a un acuerdo con los tenedores de deuda impagada, aunque podría haber mucha discusión sobre la cantidad a pagar para zanjar el pleito.

   Inicialmente, Macri dijo que hay que respetar el fallo de la justicia estadounidense que ordena pagar la totalidad de la deuda, pero luego economistas de su equipo especificaron que se debe negociar una rebaja.