CARACAS, 10 Abr. (Notimérica) -
El Gobierno venezolano condenó y calificó como una "descarada y criminal violación" del Derecho Internacional, el reconocimiento por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) de Gustavo Tarre, designado por el diputado opositor Juan Guaidó, como representante permanente de Venezuela en este organismo.
"Se trata de una de las más infelices decisiones tomadas en la larga historia de desafueros jurídicos y políticos de esa organización, y una vulgar instrumentalización del chantaje y la presión contra los Estados miembros para satisfacer los deseos de la política neo monroísta de Washington", expresa el comunicado difundido por el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
Con 18 votos a favor, nueve en contra y seis abstenciones, el Consejo Permanente de la OEA aceptó a Tarre, como representante del país caribeño hasta que se "celebren nuevas elecciones y se nombre a un gobierno democráticamente electo".
Además, el comunicado del Gobierno del presidente Nicolás Maduro señala que toda acción, decisión y acuerdos adoptados en el seno de la OEA con la participación del representante de Guaidó serán considerados por el Gobierno como "actos nulos y carentes de legalidad".
Asimismo, el Gobierno venezolano ratificó su decisión de abandonar la OEA el 27 de abril de este año. "De conformidad con la denuncia efectuada hace dos años, y en el marco de los procedimientos correspondientes, Venezuela no puede permanecer en una organización arrodillada a los intereses imperiales", indica el comunicado.
De igual manera, el Gobierno manifestó que la decisión de la OEA convalida el presunto golpe de Estado en contra del presidente Nicolás Maduro.
"Con la ilegítima aceptación, la OEA convalida el plan de golpe de Estado iniciado el 23 de enero pasado, y pretende crear condiciones para profundizar la agresión injerencista contra nuestro país, incluyendo la amenaza de una intervención militar", destaca el texto.
La crisis venezolana se agudizó el 10 de enero a raíz de la decisión de Maduro de iniciar un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional por considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
El 23 de enero, Guaidó se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela obteniendo el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos europeos, para que gestione una transición pacífica que culmine con nuevas elecciones.