CARACAS, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha convocado este sábado al Consejo de Estado a una reunión que se celebrará el martes para definir las relaciones diplomáticas con Colombia, en el marco de las tensiones desatadas entre ambos países tras la visita a Bogotá del dirigente opositor venezolano Henrique Capriles.

Maduro ha destacado que el objetivo del encuentro será elaborar un documento que refleje "de manera central la visión de las relaciones del Estado, del Gobierno, con la República de Colombia, con su Estado y con su Gobierno".

Asimismo, ha advertido a los "fascistas" de que "no se equivoquen" ni con él ni con el pueblo, "porque si siguen rompiendo las reglas básicas de esta democracia terminarán lejos de esta patria o en una celda", según ha informado la agencia estatal venezolana de noticias, AVN.

"Es imposible intentar encarnar un proyecto fascista tratando de robarse la imagen y figura del gran libertador de América (Simón Bolivar) que enfrentó a los imperios españoles. Bolívar no es imagen de la derecha", ha recalcado.

En este sentido, ha indicado que "solo con el símbolo de Bolívar se puede llevar la bandera de lucha contra los imperios". "El comandante Hugo Chávez resucitó la bandera histórica del tricolor nacional y articuló alrededor del proyecto bolivariano un plan de futuro para su pueblo", ha remachado.

Maduro acusó la semana pasada al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de "meterle una puñalada trapera a Venezuela por la espalda" por su reunión con Capriles. El mandatario venezolano, que sugirió que no respaldará el proceso de paz entre Bogotá y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), desveló también un supuesto complot para inocularle veneno.

La tensión aumentó apenas unos días después cuando Santos expresó su voluntad de que el país se integrara en la OTAN, lo que fue rechazado por la organización internacional en base a criterios geográficos.

Así, el presidente venezolano mostró su disposición el viernes para recuperar "las mejores relaciones" con Colombia, si bien subrayó que "no ha de haber 'jueguitos' ni hipocresía".

Maduro fue uno de los más críticos con el acercamiento entre Colombia y la OTAN al considerar que es un intento de la organización internacional de implantar sus "planes guerreristas en Sudamérica" y que, por tanto, "pone en riesgo la estabilidad regional".

En la misma línea, el presidente boliviano, Evo Morales, tachó de "amenaza" para toda América Latina las intenciones de Colombia de aumentar sus vínculos con la OTAN, al considerar que se trata de "un instrumento de intervención" a nivel mundial.

Por su parte, el presidente niacaragüense, Daniel Ortega, calificó de "inadmisible" la postura colombiana porque contradice el acuerdo alcanzado por los países latinoamericanos y caribeños para que la región sea una zona de paz.

Aunque Venezuela y Colombia rompieron sus relaciones bilaterales durante el Gobierno de Álvaro Uribe, con la llegada de Santos a la Casa de Nariño se normalizaron y entraron en una etapa de profundización con la creación de cinco comisiones binacionales para solucionar problemas comunes.

A pesar de la distancia ideológica entre Santos y el expresidente venezolano Hugo Chávez, consiguieron llegar a una alianza bilateral basada en el impulso de la integración regional y en la búsqueda de la paz con las guerrillas colombianas.