Militar estadounidense cerca de Mosul
AZAD LASHKARI / REUTERS - Archivo

   WASHINGTON, 22 May. (Notimérica) -

   El pasado 9 de mayo, el jefe del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, el almirante Craig Faller, publicó un mensaje poniéndose a la disposición del líder de la oposición venezolana y autoproclamado "presidente encargado" del país, Juan Guaidó, para hablar sobre su apoyo a los jefes militares venezolanos que ayuden a la "restauración del orden constitucional en Venezuela".

   Aunque en distintas intervenciones Faller expresó su apoyo a una solución diplomática y política en Venezuela, también señaló que evalúan una variedad de opciones militares para "estar listos" ante cualquier decisión que tome el presidente de EEUU, Donald Trump.

   El mensaje de Faller fue respondido con una carta del embajador de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, en la que solicitaba una reunión y acogía con beneplácito la "planificación estratégica y operativa" con el Comando Sur para discutir una posible "cooperación".

   El Mando Sur subrayó que se mantiene a la expectativa de las nuevas órdenes que puedan llegar estos días desde la Casa Blanca. Por ahora, se limitó a desplegar un buque medicalizado en aguas de la región para ayudar a los países que han recibido mayor número de migrantes venezolanos, como ya hizo el año pasado.

ORIGEN

   Los orígenes del Comando Sur de EEUU se remontan al primer grupo de marines que llegó a Panamá a bordo del USS Nashville el 2 de noviembre de 1903, un día antes de que el istmo (franja estrecha de tierra que une, a través del mar, dos áreas mayores de tierra) declarara su independencia de Colombia.

   La misión oficial de esos soldados era proteger el ferrocarril que unía las costas atlántica y pacífica de Panamá pero, en la práctica, su presencia sirvió para impedir que Bogotá pudiera sofocar el alzamiento y para convencerle de que la secesión era un hecho consumado.

   Después de un siglo durante el cual protagonizó muchos otros episodios polémicos, el Comando Sur --la fuerza que ese país destina a operaciones en Centroamérica, Sudamérica y el Caribe-- vuelve a estar bajo los focos por su posible rol en la crisis política en Venezuela.

INTERLOCUTOR DE EEUU EN LA REGIÓN

   En un artículo sobre la proyección militar de Estados Unidos en América Latina, publicado en 2004 en 'Le Monde Diplomatique', el internacionalista argentino Juan Gabriel Tokatlian señalaba que el Comando Sur se había transformado en el principal interlocutor de ese país con Iberoamérica.

   "El Comando Sur parece estar convirtiéndose en el procónsul de aquel proyecto en el ámbito interamericano, figura que en el Imperio romano acreditaba al gobernador de una provincia. Ubicado en Miami (Florida), este organismo militar tiende a ser el principal interlocutor de los gobiernos del área y el articulador primordial de la política exterior y de defensa estadounidense en la región", señaló Tokatlian para 'BBC Mundo'.

   Desde que terminó de la Guerra Fría, las funciones del Comando Sur se han concentrado más en el combate contra el narcotráfico y, en cierta medida tras el 11 de septiembre de 2001, al terrorismo internacional.

   El Comando Sur está formado por más de 1.200 empleados --incluyendo civiles-- procedentes de diversos cuerpos militares y de agencias federales de Estados Unidos, incluyendo el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Guardacostas, entre otros.

   Con el inicio de la II Guerra Mundial, esta fuerza militar se convirtió en el Comando de Defensa del Caribe, el cual en su apogeo dispuso de más de 60.000 efectivos.

   Tras el final de este conflicto, la unidad centró su atención en Centro y Sudamérica, donde se establecieron misiones de entrenamiento, así como acuerdos de cooperación militar que incluían la venta de armamento a los ejércitos de los gobiernos aliados en el continente. Fue entonces, en 1963, cuando el Comando Sur fue bautizado como tal.

CRISIS POLÍTICA

   La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.

   En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la "usurpación", crear un gobierno de transición y celebrar "elecciones libres". Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos y numerosos europeos, entre ellos España, le reconocieron.