Manifestación en Ncaragua
REUTERS / OSWALDO RIVAS - Archivo

   MANAGUA, 12 Jul. (EUROPA PRESS) 

   Decenas de miles de nicaragüenses han salido este jueves a las calles de la capital, Managua, para protestar contra el Gobierno del presidente, Daniel Ortega, en medio de la crisis política en el país centroamericano.

   Al grito de "Juntos somos un volcán", "El pueblo unido, jamás será vencido", y "Ortega, Somoza, son la misma cosa", en recuerdo del dictador Anastasio Somoza, derrocado en 1979 por la Revolución Sandinista, loa manifestantes han pedido la renuncia del presidente y también de la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.

   La mayoría de los presentes portaban la bandera azul y blanca nicaragüense, que se ha convertido en un símbolo de las protestas ante el uso, según los opositores, abusivo, de la bandera roja y negra del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en edificios públicos.

   "Lo que el pueblo necesita y quiere es democracia", ha dicho Marlon López, un comerciante presente en la manifestación, a la que ha acudido ataviado con pañoleta azul y blanca y una cinta en la cabeza donde podía leerse "Nicaragua debe ser libre".

   "La represión ha sido muy agresiva en injusta. Ellos están armados, tienen la fuerza, y nosotros no tenemos nada. Y por eso mismo es ilógico considerar como un Golpe de Estado estas manifestaciones", ha apuntado.

   Las protestas, iniciadas a mediados de abril, dejan ya 264 fallecidos, según las cifras de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).

   Uno de los días más violentos fue el pasado domingo. Al menos 38 personas perdieron la vida, según el Consejo Nicaragüense de los Derechos Humanos (CENIDH), en el contexto de los operativos que la Policía Nacional y los grupos de civiles armados progubernamentales organizaron para levantar los bloqueos viales en el departamento de Carazo, al sur de la capital, y en la ciudad de Matagalpa, al norte.

   El Gobierno de Daniel Ortega considera a quienes se manifiestan en las calles como "vándalos", y "terroristas" cuyo objetivo es derrocar al Gobierno.

   "Yo no me considero vandálico y a mí nadie me obligó a que viniera", ha recalcado López.

   El ministro de Exteriores, Denis Moncada, dijo el miércoles ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que Nicaragua "está siendo víctima de pequeños grupos políticos combinados con fuerzas de delincuencia organizada internacional y con financiamientos externos para romper y terminar con un Gobierno legalmente constituido".

REPRESIÓN "HORRIBLE"

   Ortega rechazó el pasado sábado adelantar las elecciones desde noviembre de 2021 a marzo de 2019, como le pide la OEA y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).

   "Estamos viendo que Ortega es un asesino. Ha violado la Constitución y ha quemado hasta a niños. Lo que queremos es que se vaya", ha valorado Rosa, una comerciante presente en la manifestación que se negó a dar su apellido por temor a represalias.

   "La represión está horrible. Nos andan siguiendo de casa en casa. No podemos vivir ya aquí. Vamos a tener que salir huyendo a otros países. Pero los valientes nos quedamos. Aquí vamos a luchar", ha añadido.

   "A la comunidad internacional le pedimos que nos ayude. Que nos mande a los 'cascos azules' para sacar a este hombre", ha reclamado Rosa.

   El secretario general de la OEA, Luis Almagro, volvió a pedir el miércoles el adelanto electoral. "Es el mejor instrumento para resolver la polarización y la violencia que sufre el país", dijo.

   Duglas Marenco, líder vecinal, ha acudido a la manifestación opositora provisto de un tambor con el que protestaba contra el presidente Ortega. "Este corrupto, asesino y narcotraficante Gobierno está en manos de una pareja de dementes. El pueblo de Nicaragua ya no lo quiere. Le pedimos a la comunidad internacional que si no quieren un derramamiento de sangre en Nicaragua, que manden ayuda", ha señalado.

   Así, ha dicho estar dispuesto a dar su vida por el país, al tiempo que ha acusado a los grupos de civiles progubernamentales armados de ser "maras sandinistas, malditos, malos hijos de Nicaragua".

   Pablo Antonio Cuadra, un jubilado presente en la manifestación, ha sostenido que la renuncia de Ortega es posible, a pesar de que el presidente no esté dispuesto a entregar el poder.

   "Así ha pasado con muchos. Pero el pueblo está más dispuesto que él. La determinación del pueblo de Nicaragua es enorme. Llevamos 84 días en protesta. Antes no habíamos salido a las calles, pero estábamos totalmente en contra", ha explicado el pensionista, que portaba la bandera de Nicaragua en la mano.

HUELGA GENERAL

   En la marcha han participado también jóvenes encapuchados, ataviados con instrumentos cilíndricos conocidos en Nicaragua como "morteros", con los que lanzan petardos y dicen defenderse de la policía. Presentes estaban también las 'madres de abril' cuyos hijos murieron durante los primeros días de protestas en el país centroamericano.

   Naciones Unidas mantiene sus ojos puestos en la crisis nicaragüense, surgida por una reforma al Seguro Social, ya retirada por el presidente Ortega, pero convertida ahora en un pulso al Gobierno.

   El secretario general de la organización internacional, António Guterres, pidió el miércoles que se detenga la violencia y reclamó una salida a la crisis a través del diálogo.

   La jornada de manifestación de este jueves precede a una huelga general nacional de 24 horas propuesta por la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, de la que forman parte organizaciones de la sociedad civil, empresarios, estudiantes y campesinos.