Actualizado 17/09/2015 18:17

¿Cómo se miden la intensidad y efectos de un terremoto?

   MADRID, 17 Sep. (Notimérica) -

   El reciente terremoto que ha sacudido el centro de Chile, llegando a crear una alerta de Tsunami y dejando 10 muertos hasta ahora, ha hecho que mucha gente se pregunte cuál es la forma correcta que tienen los expertos a la hora de medir un terremoto.

   Normalmente, en los medios de comunicación y en conversaciones entre gente poco experta en la materia, siempre se hace referencia a la escala 'Richter', por ejemplo, el terremoto en Chile ha tenido 8,4 grados en dicha escala.

   Pero esa no es la única forma de medir un terremoto, de hecho, hay alguna que otra escala distinta que se encarga de determinar otros aspectos diferentes en lo que a un temblor sísmico se refiere.

RICHTER Y MERCALLI.

   La escala más conocida es la escala Richter, y esta escala, que es logarítmica y con valores que se expresan con números decimales, determina la magnitud, que es la energía liberada por el seísmo. Se obtiene matemáticamente del análisis de los sismogramas.

   No obstante, los sismólogos usan una escala que, en vez de medir la magnitud, mide la intensidad y, dependiendo del lugar (terreno), las cifras varían. Se la conoce como escala de Mercalli Modificada, en honor al vulcanólogo italiano Giuseppe Mercalli.

   La intensidad determina la violencia con la que se siente el seísmo en diversos puntos de la zona afectada, observando los daños causados a construcciones, objetos, terreno y la forma en la que ha afectado las personas. Cada lugar tiene su propia escala, acorde con las características del mismo.

   La escala de Mercalli Modificada va desde el grado I hasta el grado XII y esto es lo que determina cada grado:

GRADOS ESCALA MERCALLI.

   I: Muy débil. Imperceptible para la mayoría de las personas excepto en condiciones favorables.

   II: Débil. Perceptible solo por algunas personas en reposo, especialmente si se encuentran en pisos superiores de edificios altos. Se notan oscilaciones leves en los objetos colgantes.

   III: Leve. Perceptible por algunas personas dentro de los edificios, sobre todo en pisos altos. Los automóviles detenidos se mueven ligeramente.

   IV: Moderado. Lo notan la mayoría de las personas dentro de los edificios, aunque pocas personas que estén en el exterior se percatan. Las puertas se mueven, las paredes hacen ruido y los automóviles también se mueven.

   V: Poco Fuerte. Casi todo el mundo lo siente. Se caen objetos inestables y se nota el movimiento de objetos altos tales como árboles, postes y otros objetos altos.

   VI: Fuerte. Todo el mundo lo siente. Se desplazan muebles pesados y puede causar daños leves en viviendas construidas con materiales ligeros.

   VII: Muy fuerte. Es complicado mantener la verticalidad. Daños leves en estructuras de buenos materiales. Perceptible por personas que vayan en vehículos en movimiento.

   VIII: Destructivo. Daños considerables en estructuras resistentes con riesgo de derrumbes. Mampostería seriamente dañada o destruida.

   IX: Muy destructivo. Pánico generalizado, numerosos daños en estructuras bien construidas y numerosos daños en edificios.

   X: Desastroso. La mayoría de las estructuras de mampostería quedan destruidas. Vías ferroviarias dobladas.

   XI: Muy desastroso. Puentes destruidos y ninguna estructura de mampostería queda en pie.

   XII: Destrucción total con pocos supervivientes. Los objetos saltan por los aires.