Actualizado 10/04/2017 15:13

Colombia se vuelca con los menores afectados por las inundaciones en Mocoa

Mocoa atención médica inundaciones
ICBF/COLPRENSA

   BOGOTÁ, 10 Abr. (Colprensa/Notimérica) -

   El municipio colombiano de Mocoa trata de recomponerse tras las inundaciones y avalanchas que han dejado por el momento 316 muertos, de los cuales 107 eran menores.

   Los niños componen uno de los grupos más vulnerables tras lo sucedido. Por ello, desde el Gobierno, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), trabaja para garantizar la seguridad y protección de los menores damnificados por la emergencia en Mocoa, muchos de los cuales se encuentran en albergues dispuestos para ellos.

   Carpa a carpa o en reuniones de pequeños grupos de damnificados, los funcionarios hablan con las familias sobre las medidas de precaución que deben tener presentes para cuidar a los pequeños y minimizar los riesgos que pueden derivarse de la convivencia con tantas otras personas, después de haber perdido sus viviendas.

   "Para nosotros es fundamental contribuir a que cada uno de los albergues sea un lugar seguro para nuestros niños. Por eso estamos llevando recomendaciones para el cuidado de sus hijos y la sana convivencia de sus familias", explicó la directora de ICBF, Cristina Plazas Michelsen.

Acompañar permanentemente a los niños, no permitir que vayan solos al baño o no abandonarlos en las carpas ni encomendar su cuidado a desconocidos son algunas de las principales recomendaciones que la institución entrega a las familias.

   Además, es aconsejable no guardar alimentos perecederos, mantener la ventilación de las carpas y pedir ayuda médica de manera inmediata en caso de detectar algún síntoma que pueda apuntar hacia una anomalía en la salud.

"Queremos que los papás y las mamás sepan a qué tienen derecho sus niños en estos albergues y tengan en cuenta sencillas medidas que muchas veces se pierden de vista ante la magnitud de una tragedia como esta, y que son muy importantes para proteger a los niños y mantener la sana convivencia aquí en los albergues", explicó Plazas Michelsen.

   Al final, el objetivo de estas recomendaciones es prevenir casos de maltrato infantil, abuso sexual, consumo de sustancias psicoactivas y otras situaciones que puedan poner en peligro la vida y la integridad de los niños damnificados, mientras todo vuelve a la normalidad.

   De acuerdo con los datos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, en la mañana de este domingo, cerca de 2.000 personas, 550 familias, permanecen en los siete albergues oficiales.

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