Actualizado 19/12/2018 08:37

¿Qué es y por qué preocupa la prisión preventiva oficiosa en México?

Cárcel reja prisión valla
PIXABAY - Archivo

   CIUDAD DE MÉXICO, 18 Dic. (Notimérica) -

   Desde hace décadas existe en México una reclamo común: acabar con la inseguridad. Incluso desde antes de la llamada "guerra contra el narco", que disparó el número de homicidios en el país, la delincuencia ya era una de las principales preocupaciones de la población.

   Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, los mexicanos esperan un giro en la estrategia de lucha, un enfoque en la prevención, en el combate a la desigualdad y en las raíces del problema.

   En la lucha contra esta inseguridad que vive el país azteca, el nuevo mandatario ordenó crear la llamada Guardia Nacional integrada por 50.000 elementos, entre policía navales y militares, con adiestramiento de las Fuerzas Armadas. Del mismo modo, se producirá la reforma al artículo 19 de la Constitución para ampliar de 7 a 19 los delitos que merecen "prisión preventiva oficiosa".

   Esta medida significa que, al ser acusado de un crimen dentro de esta lista, el acusado va automáticamente a prisión, sin derecho a fianza, hasta que se finalice su juicio, según indicó la periodista y fundadora de la asociación civil 24-0 México Magda Coss, para 'Actualidad RT'.

   Con la reforma judicial de 2008, se buscaba garantizar la presunción de inocencia, clave para garantizar un proceso justo. Esto es un derecho crucial, y solo puede suprimirse cuando se demuestra, con evidencias, que la persona es un peligro para la sociedad o un riesgo de fuga.

   Por supuesto, la constante impunidad en los procesos judiciales ha debilitado este supuesto, pero lo que es real es que llenar las cárceles de presuntos delincuentes no tiene evidencia, en el mundo, de reducir la inseguridad, señaló la periodista.

   Según una investigación de Nexos, del 5 de diciembre de 2018, en 14 estados se cumple la relación "a más imputados con prisión preventiva oficiosa, menos víctimas" o "entre menos imputados con prisión preventiva oficiosa, más víctimas". En el resto de los 17 estados, que son la mayoría, la relación es la contraria. Es decir, a más prisión preventiva oficiosa más víctimas, o a menos prisión preventiva oficiosa menos víctimas.

   Esto supondría que la prisión preventiva no es, por sí misma, una herramienta para prevenir la incidencia de delitos. Es más, según el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU advirtió que esta figura podría fomentar las violaciones a los derechos humanos.