BUENOS AIRES, 23 Feb. (Notimérica) -
El 22 de febrero de 2012, un tren que entraba en la estación porteña de Once no frenó y chocó contra el paragolpes del andén, provocando la muerte de 51 personas.
En el tercer aniversario, cientos de personas acompañaron a los familiares y amigos de las víctimas en su reclamo por la memoria y la justicia, para que los responsables directos e indirectos sean enjuiciados.
"Un funcionario que delinque debe ir preso", dijo en el acto María Luján Rey, madre de Lucas Menghini Rey, quien perdió la vida en el trágico accidente ferroviario de la estación de Once.
Rey habló en nombre de todos los familiares de las víctimas en el acto que organizaron en la Plaza de Mayo para conmemorar el tercer aniversario de la tragedia en la tarde del domingo.
El acto estaba convocado no sólo para recordar a las víctimas, sino también para pedir justicia.
A pesar de que en el actual juicio por la tragedia hay algunos funcionarios del Gobierno imputados (como los exsecretarios de Transporte, los kirchneristas Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi), también se reclamó la imputación del ministro de Planificación, Julio de Vido: "Que De Vido no declare es impunidad en estado puro", dijo María Luján Rey.
En el acto se mostró un vídeo crítico en el que varios funcionarios -entre ellos la presidenta, Cristina Fernández- comentaban, antes y después de la tragedia, las mejoras que estaban realizando en la infraestructura ferroviaria.
Muchos de los presentes recibieron esas imágenes y palabras con abucheos y gritos de "asesinos".
La convocatoria en la Plaza de Mayo fue la culminación de un día de homenaje que comenzó a las 8.30 de la mañana (hora local) en el andén de la estación de Once, donde se inauguró una placa homenaje, y que continuó a las 12.30 p.m. con una misa en la Catedral porteña.
APOYOS A LOS FAMILIARES
Numerosas asociaciones civiles y políticas mostraron su apoyo al acto de los familiares de las víctimas y los acompañaron en la tarde del domingo.
Entre ellas estaban grupos de familiares de víctimas de otras tragedias que han sacudido a la Argentina, como Cromañón o las inundaciones de La Plata.
"Todas estas tragedias expresan una forma de funcionamiento corrupto entre el Estado y los empresarios", comenta a Notimérica Santiago Morales, miembro de un grupo de familiares y amigos de víctimas de la tragedia de Cromañón, donde murieron 194 jóvenes en una discoteca que no cumplía con las medidas de seguridad.
Durante el acto, además de los padres de Lucas Menghini Rey en nombre de todos los familiares, hablaron personalidades como el premio Nobel de la Paz y luchador por los Derechos Humanos, Adolfo Pérez Esquivel, o la titular de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA, Laura Ginsberg.
Pérez Esquivel dijo que "esto no pasó sólo en Once, nos pasa a todos los argentinos todos los días: han saqueado el país" y Ginsberg remarcó que "justicia es un valor y no un sinónimo de este poder judicial corrupto".
Notimérica habló con uno de los pocos políticos presentes, el secretario general del Movimiento Socialista de los Trabajadores y precandidato a presidente de la Nación, Alejandro Bodart: "La tragedia de Once es hija de la corrupción. No sólo es necesaria la estatización de los medios de transporte, sino también el control social a través de asociaciones de usuarios y trabajadores", nos comentó.
Entre las ausencias notables al acto se cuentan no sólo las de todos los miembros del Gobierno, sino también la de políticos de la oposición que sin embargo sí estuvieron el 18F acompañando a la familia de Nisman.
A pesar de ello, entre los presentes había personas que habían pedido justicia unos días antes en esa Marcha del Silencio, como Valentina, estudiante de 20 años, y su abuelo: "Existe una falta de justicia en todos los ámbitos", nos comentó Valentina.
El juicio por la tragedia de Once, en el cual hay 29 imputados, se reanudará este lunes: "2015 es el año de las sentencias", comentan los familiares de las víctimas.
Aunque consideran que no están todos los responsables entre los imputados, tienen la esperanza de que este año se concreten condenas contra algunos de ellos. Mientras tanto, siguen recordando a sus muertos y reclamando justicia.