El auge de posiciones ultraderechistas se suma a un desinterés ciudadano tanto por los actos de conmemoración como por la historia en sí
MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) - El 11 de septiembre de 1973, Chile vio cómo caía derrocado el Gobierno de Salvador Allende de la mano de un general, Augusto Pinochet, que a la postre terminaría instaurando una dictadura de la que el país sudamericano no pudo librarse hasta 1990. Medio siglo después, Chile vuelve a tener un presidente de izquierdas, Gabriel Boric, pero a pie de calle la ciudadanía parece cada vez más ajena a unos tiempos dictatoriales de los que aún quedan herencias, como la Constitución.