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   CIUDAD DE MÉXICO, 12 Jul. (Notimérica) -

   El ya exministro de Hacienda de México, Carlos Urzúa, anunció este martes su dimisión, reconociendo "discrepancias" con el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al que acusó de tomar decisiones económicas "sin el suficiente sustento".

   "Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco", lamentó Urzúa en su comunicado.

   En concreto, este señaló que le resultó "inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública". Según el exministro, esta decisión se produjo por "personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés", apostilló, sin dar nombres.

   Para el profesor de Economía y analista mexicano Alejandro Álvarez Béjar, la carta de renuncia de Urzúa es "muy fuerte", señaló a la agencia Sputnik'.

   En ese documento, sin embargo, indicó dos cosas: "Que Carlos Urzúa no tenía un equipo propio sino que lo tuvo que compartir y que, según su queja, estaba participando gente que no tenía capacidad técnica", advirtió el analista.

   El exministro ya había ocupado el mismo puesto cuando AMLO fue jefe de Gobierno de la ciudad de México (2000-2005), cargo que también abandonó en su momento. Esta vez, la diferencia fue que su carta de renuncia tuvo un tinte político, un golpe de efecto que buscó influir en la aprobación unánime que caracterizó el año transcurrido desde la victoria electoral de López Obrador.

   "Aunque las encuestas insisten en dar todavía una enorme aprobación a López Obrador, hay una cantidad de gente de distintos sectores que está haciendo propias las críticas y comentándolas en voz alta, una cosa que no ocurría al principio", sostuvo Álvarez.

RECORTE

   Para el profesor, el centro del problema es la "obsesión con los recortes, la contención del gasto y la discusión sobre lo que viene en la segunda parte del año. La pelea está alrededor de empezar a aflojar la restricción económica", sostuvo.

   Según Álvarez, el exsecretario no era partidario de los recortes aplicados en toda la administración pública, los servicios de salud, educación y en áreas culturales.

   "Urzúa dijo en su carta que él trató de mantener un equilibrio ante extremismos de derecha e izquierda, pero no creo que en el Gobierno haya ningún extremista de izquierda ¡ni remotamente! Más bien es la gente de derecha que está obsesionada con el problema", manifestó.

PANORAMA ECONÓMICO

   En cuanto a la perspectiva de la economía mexicana el analista asegura que es delicado. "Hay una caída de indicadores de consumo y mayores dificultades relacionadas al endeudamiento. Además, se prevé una inminente recesión internacional para el año 2020", apuntó.

   Por su parte, el nuevo ministro de Hacienda de México, Arturo Herrera, aseguró que no ve una recesión inminente, a pesar de las expectativas de los analistas de una mayor debilidad en la segunda economía más grande de América Latina.

   "No veo una recesión a la vuelta de la esquina. Veo que ha habido una desaceleración a nivel global, pero estamos muy, muy lejos de pensar que estamos cerca de una recesión", indicó Herrera durante su primer rueda de prensa tras ser nombrado ministro.