RÍO DE JANEIRO, 9 Feb. (Notimérica) -
Los analistas financieros se muestran cada vez más pesimistas con el rumbo de la economía brasileña y han rebajado por sexta vez consecutiva sus previsiones: la mayoría considera que el PIB permanecerá en el 0%, según los datos divulgados este lunes por el Banco Central.
La semana pasada las perspectivas también eran de estancamiento, aunque levemente mayor (0,03%), pero no es el único indicador que empeora, ya que ahora los economistas esperan que la inflación termine el año en el 7,15%, cuando la semana pasada la previsión era que el Índice de Precios al Consumidor (IPCA) se quedase en el 7,01%.
De momento, el año ha empezado con los precios batiendo récords, pues la inflación subió un 1,24%, la mayor tasa desde febrero de 2003.
El propio presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, admitió este domingo ante representantes del G-20 en Estambul que posiblemente Brasil no crezca en 2015, pero dijo que el país está "en el camino" para volverlo a hacer en 2016 gracias a la mejora de la confianza.
También reconoció que la inflación seguirá elevada este año, pero remarcó que las medidas de ajuste fiscal, como los cambios en el seguro por desempleo y en las pensiones, ayudarán a restaurar la credibilidad.
Pero a pesar de sus mensajes a los inversores y a las instituciones financieras internacionales, el mensaje de prudente optimismo no acaba de calar entre el ciudadano medio brasileño.
Según una encuesta de Datafolha divulgada este domingo el 55% de los brasileños creen que el escenario económico va a empeorar, el mayor porcentaje desde 1997.
La encuesta también revelaba una importante caída de la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff -el 44% evalúan como "pésimo" su Gobierno-- provocada no sólo por el delicado estado de la economía, sino también por su gestión al frente del escándalo de corrupción en Petrobras.
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