Actualizado 01/05/2015 18:23

El sector bancario argentino hará una huelga por aumento salarial

La Asociación Bancaria ha declarado que irá a una huelga de 24 horas
Foto: ASOCIACIÓN BANCARIA

BUENOS AIRES, 1 May. (Notimérica) -

   La Asociación Bancaria ha declarado que irá a una huelga de 24 horas en la segunda semana de mayo, ya que no han conseguido un acuerdo por el aumento salarial cuatro meses después de iniciadas las negociaciones, y algunos gremios contemplan adherirse.

   El pasado miércoles el sector bancario emitió un comunicado señalando que todavía "no hay propuesta de las patronales para superar la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios" con un nuevo acuerdo salarial, que debería haberse resuelto cuatro meses atrás, en enero.

   Además, en la subida salarial exigen que se tome una decisión "para modificar y/o compensar el injusto Impuesto a las Ganancias", el impuesto sobre la renta por el que ya han protestado numerosos gremios, pues el mínimo no imponible se mantiene estático desde hace casi dos años.

   Por esa razón, entre los días 6 y 7 de mayo, los bancarios se reunirán en asambleas en todos los bancos del país y harán un paro de 24 horas la semana siguiente, sin una fecha todavía determinada entre el 11 y el 15 de mayo.

PROBLEMAS EN OTROS GREMIOS

El sector bancario, sin embargo, no es el único que todavía no ha logrado llegar a un acuerdo satisfactorio para lograr aumento salarial, ya que metalúrgicos, aceiteras y comerciantes todavía no han cerrado una cifra.

   Desde el sector aceitero se plantearon la posibilidad de adherir a un paro nacional: "La negociación se prolonga desde hace casi un mes y no hay perspectivas de acuerdo. Si no hay una respuesta en la audiencia del lunes 4, daremos inicio al plan de lucha con la huelga nacional", dijo el secretario general de los aceiteros, Daniel Yofra.

   El sector metalúrgico, además, votó a mediados de abril la realización de una huelga de 36 horas, pero la fecha no fue concretada, por lo que la medida está en suspenso.

   La situación se torna grave teniendo en cuenta la inflación del país, que en 2014 fue de 24% para el organismo estadístico gubernamental, el INDEC, y de más del 35% para las consultoras privadas.

    Además, al no aumentar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, un tercio de los aumentos salariales se va en impuestos, por lo que un aumento del 30%, en la práctica supone tan sólo un aumento del 20% para el trabajador, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.