Actualizado 17/10/2018 18:52

Bolsonaro opta por la "velocidad de crucero" para la recta final de la campaña

El ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro
REUTERS / RICARDO MORAES

   BRASILIA, 17 Oct. (Reuters/EP) -

   El líder ultraderechista Jair Bolsonaro ha optado por la "velocidad de crucero" para la campaña de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, que se celebrará el 28 de octubre, lo que supone que se perderá los debates y otros actos, según ha informado a Reuters su asesor Onyx Lorenzoni.

   Bolsonaro ganó la primera vuelta del 7 de octubre, quedándose solo a cuatro puntos del 50 por ciento necesario para convertirse directamente en el presidente electo. Ahora, se prepara para medirse en las urnas con el candidato izquierdista Fernando Haddad y los sondeos le auguran una nueva victoria con una ventaja de más de diez puntos.

   El abanderado del Partido Social Liberal (PSL) sufrió una puñalada en el abdomen el pasado 6 de septiembre en pleno mitin que le mantuvo alejado de la campaña para la primera vuelta. Salió del hospital una semana antes de la votación. Los médicos dicen que sigue débil y le han recomendado reposo.

   La estrategia de estar ausente de los debates electorales ya dio buenos resultados en primera vuelta. De hecho, las encuestas reflejaron una caída en el apoyo a Bolsonaro tras aparecer en debates donde dejó ver su falta de conocimientos en temas económicos.

   Fuentes de la campaña de Bolsonaro han revelado a Reuters que el ex militar también ha pedido a sus colaboradores que limiten su exposición mediática. "Es un momento muy importante para la sociedad brasileñas y necesitamos ser muy cuidadosos", ha dicho Luciano Bivar, fundador del PLS, aplaudiendo la estrategia.

   Por su parte, Haddad está en una lucha a contrarreloj para conformar un frente anti Bolsonaro que hasta ahora se le ha resistido porque los candidatos descartados en primera vuelta han decidido dar libertad de voto a sus simpatizantes. En su caso, en cambio, necesita multiplicar su presencia pública.

   El principal obstáculo del aspirante del Partido de los Trabajadores (PT) es, precisamente, el rechazo que genera el PT entre los brasileños tras múltiples escándalos de corrupción que han llevado al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva entre rejas.