Actualizado 26/10/2018 21:30

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se tendrá que enfrentar el próximo presidente de Brasil?

 Jair Bolsonaro Y Haddad
REUTERS / REUTERS STAFF

   BRASILIA, 26 Oct. (Notimérica) -

   El ganador de las elecciones presidenciales de Brasil que se celebrarán el próximo 28 de octubre deberá a hacer frente desde el 1 de enero con un país extremadamente dividido y señalado por la peor crisis política y económica de las últimas décadas.

   La economía será uno de los pilares más duros que deberá mantener el próximo presidente. El gigante iberoamericano salió de la recesión hace más de un año, pero la recuperación va a pasos muy lentos y los efectos están tardando en notarse.

   Por ejemplo, la tasa de desempleo es del 12% de la población económicamente activa, es decir, que 13 millones de personas se encuentran buscando trabajo y otros 4,8 millones ya dejaron de hacerlo.

   Además, el Gobierno brasileño prevé cerrar el año con un déficit de 159.000 millones de reales (unos 42.500 millones de dólares), sin contar los intereses de la deuda.

   Por otro lado, el próximo mandatario deberá preguntarse qué hacer con la reforma laboral y la ley del techo de gastos que aprobó el actual presidente de Brasil, Michel Temer, modificando la Constitución para congelar el gasto público en los próximos 20 años.

   La privatización de empresas públicas es otro de los asuntos que Temer dejó a medias y que estará sobre la mesa; frente a estas cuestiones económicas los dos candidatos tienen propuestas muy diferenciadas.

PROPUESTAS

   El ganador de la primera vuelta Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), en sus 28 años como diputado siempre ha defendido la participación del Estado en la economía, sin embargo, al convertirse en candidato cambió su visión hacia una formato más liberal.

   Ahora, Bolsonaro defiende la reducción drástica del aparato público y confía en que desburocratizar y desregular la actividad económica será clave para el crecimiento y la creación de empleos, según informó la agencia 'Spuntik'.

   Por su parte, Fernando Haddad (del Partido de los Trabajadores, PT), asegura que quiere promover desde el Estado la reanimación de la actividad económica y la generación de puestos de trabajo mediante fuertes inversiones en obras públicas y programas sociales, y recuperar el poder de compra de los más pobres.

POBREZA Y VIOLENCIA

   Otro de los asuntos que deberá a hacer frente el próximo Gobierno son los asuntos endémicos y estructurales, como la desigualdad entre ricos y pobres y el avance de la pobreza.

   Según el último informe sobre desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Brasil es el décimo país más desigual del mundo, en una lista con 140 naciones.

   La violencia, otro de los problemas endémicos de Brasil, marcó la campaña electoral y fue uno de los factores que explican el ascenso de Bolsonaro.

   Este defiende la aplicación de la "mano dura" en el país, por ellos quiere dar carta blanca a los policías para que puedan matar sin apenas consecuencias y facilitar el porte individual de armas.

   Haddad, en cambio, está en contra de armar a la población y defiende que el Estado federal asuma más competencias en el ámbito de la seguridad pública.

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