Actualizado 15/11/2017 13:02

Diego Lagomarsino repite su versión sobre la muerte de Nisman e insiste en su inocencia

DIEGO LAGOMARSINO
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   BUENOS AIRES, 15 Nov. (Notimérica) -

   El único investigado por la muerte del fiscal encargado del caso AMIA Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, declaró este martes en los tribunales de Comodoro Py donde, en una indagatoria que llegó a durar 10 horas, repitió las declaraciones que ya había hecho en el marco de esta causa.

   Según informa el diario 'La Nación', el ingeniero informático indicó que su relación con el fallecido era de "amo-esclavo", por lo que no pudo negarse a prestarle el arma que le había pedido y de la que salió la bala que acabó con su vida en el baño de su departamento de las Torres Le Parc.

   Lagomarsino aseguró que Nisman le había dicho que quería la pistola para proteger a sus hijas y que se la dio porque creyó que tenía permiso para llevarla por su condición de fiscal. "Es algo que analicé mucho con mi terapeuta", añadió en sus declaraciones.

   Durante la mencionada larga audiencia, en la que le acompañaron sus abogados, el técnico expuso su versión ante el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini --quien la pasada semana ordenó que se pusiera una tobillera para evitar un posible intento de fuga--, rompiendo a llorar en varias ocasiones a lo largo de su declaración, asegurando que la muerte del que fuera su jefe "le destruyó la vida".

   "No importa cómo murió, igual me cagaron la vida", sostuvo Lagomarsino durante su indagatoria según fuentes judiciales. También negó haber participado de un "plan criminal" como el que señala el dictamen y reiteró la versión que presentó ante el juzgado poco después de ser hallado muerto el fiscal el 18 de enero de 2015.

   Ante las 150 cuestiones proporcionadas por el magistrado y Taiano, el empleado de Nisman hizo especial hincapié en que le era muy difícil "decirle que no" y que éste le llamaba hasta "30 veces al día", aclarando que "no teníamos una relación homosexual" sin ser preguntado por ello.

   Desde la semana pasada Lagomarsino cuenta con una tobillera electrónica y medidas restrictivas: no puede salir de Argentina y cada 15 días debe presentarse ante el juez Ercolini. Su situación procesal se definirá la próxima semana, después de que declaren las cuatro personas que debían custodiar el departamento de Nisman durante la noche en la que fue asesinado.

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