Fernández de Kirchner es procesada por obtención ilegal de documentos y encubrim
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   BUENOS AIRES, 15 Mar. (Reuters/Notimérica) -

   La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra buscando aliados en el peronismo como parte de su planeado regreso político en las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre donde se enfrentará al actual mandatario del país, Mauricio Macri.

   La líder política de centroizquierda todavía tiene un amplio respaldo popular, pero sigue siendo una figura divisiva dentro del movimiento peronista, la fuerza política dominante de Argentina desde la década de 1940.

   En las últimas semanas, asesores de Fernández de Kirchner se han reunido con representantes de las facciones ideológicamente diversas que conforman el movimiento. Las reuniones, que en última instancia podrían ser infructuosas, han sido con peronistas más moderados que podrían ayudar a Fernández a ampliar su base de apoyo.

   La exmandataria recibió este año el respaldo de líderes regionales del peronismo, que intentan aprovechar la popularidad de Fernández para impulsar sus propias candidaturas locales.

   Por su parte, la respuesta de otros líderes del peronismo a nivel nacional fue mayoritariamente de rechazo, según fuentes entrevistadas por 'Reuters', lo que plantea un interrogante sobre su capacidad para vencer a Macri, un exempresario de centroderecha.

   "Más del 70 por ciento de la gente está enojada con el Gobierno. Si logramos juntar mayoritariamente a esa oposición, nos tiene que ir bien", señaló el diputado José Luis Gioja, que preside el fragmentado peronismo.

   Sin embargo, "conseguir la unanimidad es difícil", admitió el legislador, que ve con buenos ojos una candidatura de Fernández de Kirchner.

   Muchos rivales dentro del peronismo se han distanciado de la expresidenta debido a disputas internas de poder y al estilo confrontativo que consideran tiene la actual senadora. Fernández de Kirchner tiene la intención de participar en las elecciones, aunque aún no ha lanzado oficialmente su candidatura.

   Aunque las encuestas muestran paridad entre los dos, su regreso podría ser una buena noticia para Macri, ya que divide a la oposición en campos rivales.

   Si se postula, el apoyo de Fernández a los generosos subsidios sociales y las políticas económicas proteccionistas se enfrentarán al intento de Macri de reducir el Estado, recortar subsidios y continuar con un acuerdo de financiamiento por 56.300 millones de dólares acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lidiar con la actual crisis económica.

   Los inversores temen que Fernández, cuyas políticas generaron un crecimiento económico que se detuvo en la última parte de su doble gestión (2007-2015), deshaga algunas de las iniciativas de Macri que han atraído capitales a la tercera economía de América Latina.

LA COMPLICADA ELECCIÓN DE ARGENTINA

   Fernández de Kirchner, esposa del difunto expresidente Néstor Kirchner, tiene una gran popularidad --especialmente entre los sectores más humildes de la población-- que ningún otro candidato peronista puede alcanzar actualmente.

   Sin embargo, la senadora enfrenta acusaciones judiciales por corrupción y hasta por traición a la patria en un caso por encubrimiento relacionado con un atentado terrorista en la década de 1990. Ella negó los cargos y actualmente tiene inmunidad parlamentaria.

   Tanto ella como Macri tienen una intención de voto de alrededor de un tercio del electorado, aunque ambos tienen también una alta imagen negativa. Los analistas políticos dicen que si ella compitiera debería seducir a los votantes moderados para imponerse.