Actualizado 29/04/2016 08:31

Padres de los 'nomalistas' piden el cese del jefe de la Agencia de Investigación Criminal

43 'Normalistas'
REUTERS

CIUDAD DE MÉXICO, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace más de un año y medio en Ayotzinapa han reclamado este jueves el cese del jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón, así como la apertura de una investigación contra él.

   Zerón, acusado por las familias de los desaparecidos de colocar pruebas falsas en el río San Juan, donde se encontraron bolsas con restos humanos, defendió el miércoles que su presencia en el lugar fue legal, ya que era un "acto de reconocimiento".

   Sin embargo, los padres de los 'normalistas' han subrayado que, con su versión, el jefe de la AIC "ha evidenciado la ilegalidad en la que ha incurrido", según ha informado el diario mexicano 'La Jornada'.

   "Es falso que la ley le brinde facultades para excarcelar detenidos y trasladarlos a su libre arbitrio. Es falso que el marco jurídico le permita ordenar acciones que son propias de diligencias formales que deben ser conducidas y ordenadas por el Ministerio Público", han recalcado.

   Por último, han reclamado al presidente, Enrique Peña Nieto, que acepte el mecanismo especial de supervisión planteado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sobre el que el Gobierno no se ha pronunciado.

   El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ha denunciado múltiples irregularidades en la investigación sobre la desaparición de los 43 'normalistas', lo que ha llevado a las autoridades mexicanas a impedir que los expertos internacionales sigan colaborando en las pesquisas.

   Los investigadores de la CIDH han desmontado la versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el caso Iguala, sugiriendo que la desaparición de los jóvenes, hace año y medio, podría estar relacionada con las rutas de la droga en el estado de Guerrero.

   La PGR sostiene que los 'normalistas' fueron víctimas de una venganza política del alcalde Iguala. El regidor local se los habría entregado a Guerreros Unidos presentándolos como miembros de una banda rival y los sicarios les habrían matado e incinerado en la vecina Cocula.