MÉXICO DF, 23 Jun. (Notimérica) -
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) y la Procuraduría General de la República (PGR) han revelado que de las 22 personas que fallecieron en el municipio de Tlatlaya, en el estado de México el 30 de junio de 2014, "11 fueron prácticamente fusiladas, otras cinco murieron realizando maniobras instintivas de defensa y del resto no se menciona que hubieran disparado contra los militares", según informaciones del diario mexicano 'La Jornada'.
De acuerdo con las investigaciones de las autoridades mexicanas, las armas de tres de las víctimas, a las que se les señalaba como participantes en el enfrentamiento, habían sido disparadas durante la masacre.
Asimismo, las pruebas confirman que los militares realizaron al menos 160 disparos y los civiles 12. De las 160 balas, 60 fueron impactadas, todas en la zona torácica de las víctimas.
Además, la investigación precisa que los causantes de la matanza eliminaron la matrícula de uno de los fusiles accionados, mientras que aún no se ha podido precisar el origen de otra de las armas utilizadas.
CRONOLOGÍA DE LA MASACRE.
Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 30 de junio, en la comunidad de San Pedro Limón, en el municipio de Tlatlaya, cuando ocho militares del 102° Batallón de Infantería realizaban un reconocimiento de ruta a bordo de un vehículo oficial sobre la carretera Federal Número 2.
En las inmediaciones del poblado Cuadrilla Nueva, en el municipio de Tlatlaya, pasaron frente a una bodega en obra que no tenía puertas. El sargento segundo, quien observó que había una persona armada cuidando la bodega y tres vehículos en su interior, informó a sus compañeros y el vehículo detuvo su marcha.
Entre las cuatro y las cinco de la madrugada, los militares entraron a la bodega, donde encontraron a tres mujeres y a otras dos personas atadas, presuntamente en calidad de secuestrados.
Durante una hora aproximadamente, entre las 5.00 y las 6.00 horas, se escucharon disparos aislados, según los testimonios de los vecinos. De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH), fue a esa hora cuando tuvieron lugar los asesinatos.
Tres mujeres que sobrevivieron a la masacre declararon que los militares, al entrar en la bodega, se encontraron con un grupo de civiles rendidos y desarmados. A pesar de esto, los sacaron uno por uno y los obligaron a hincarse y presentarse para después dispararles.
Lo acontecido en Tlatlaya se saldó con la vida de 22 civiles. Como consecuencia, el pasado noviembre el Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal dictó un auto formal de prisión contra siete militares del Ejército mexicano, presuntamente implicados en la masacre.