A man lights candles next to a portrait of Santiago Maldonado, a protester who w
REUTERS / MARCOS BRINDICCI

   BUENOS AIRES, 2 Nov. (Notimérica) -

   Desde que Santiago Maldonado fuera visto por última vez el pasado 1 de agosto, se han dado multitudinarias marchas sociales exigiendo encontrar a este joven artesano con vida.

   Sin embargo, conforme pasaba el tiempo, las esperanzas de encontrarlo vivo se fueron mermando. Todo apuntaba a que el tatuador iba a ser encontrado muerto tras casi tres meses de espera, un fallecimiento que fue confirmado el pasado 17 de septiembre, cuando su cuerpo fue hallado en el río Chubut.

   La pregunta que se ha hecho todo el mundo a nivel internacional, "¿Dónde está Santiago Maldonado?", se ha convertido en una exclamación para pedir justicia por su muerte y se profundice en cómo llegó a morir ahogado.

   Por ello, con motivo de la fecha de su desaparición, varias organizaciones sociales y por los derechos humanos se han echado a las calles de Buenos Aires para que no se de por cerrado un caso del que aún quedan muchas incógnitas abiertas, empezando por unos resultados de la autopsia no definitivos.

   A pesar de que el juez encargado del caso, Gustavo Lleral, confirmara que el cuerpo del joven no presentaba lesiones que podrían haber sido inflingidas por terceras personas, tanto la familia como otros de los manifestantes que se concentraron este miércoles en la Plaza de Mayo consideran que no se han hecho las indagatorias pertinentes.

   "Hoy es un día difícil, porque se cumplen tres meses del día que cambió mi vida y la de mi familia. No voy a decir nada sobre la investigación. Parte de la sociedad quiere cerrarla, pero hay que seguir. Una fuerza de seguridad del Estado tiene que dar cuenta de su accionar", señaló el hermano del tatuador, Sergio Maldonado, de acuerdo con 'Clarín'.

   Llovieron críticas a diversos sectores del Gobierno, en especial a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al jefe de su gabinete, Pablo Nocetti, a quienes se les exigió su renuncia. Asimismo, condenaron la actitud del secretario de los Derechos Humanos, Claudio Avruj, y recordaron la destitución del anterior magistrado del caso, Guido Otranto.

   Al encuentro asistieron personalidades como el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y representantes de Abuelas de Plaza de Mayo y de Madres de Plaza de Mayo, como Estela Carlottom y Nora Cortiñas, entre otros.

   

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