BOGOTÁ, 4 Dic. (Noviembre) -
Este lunes 4 de diciembre se cumple el primer aniversario del secuestro y asesinato de Yuliana Samboní, una niña indígena de siete años que fue violada y torturada por Rafael Uribe, condenado a 58 años de prisión por los hechos.
Este acontecimiento, que conmocionó a la sociedad colombiana por la brutalidad de los hechos, será recordado por familiares y amigos con diversos homenajes a la pequeña. El primero de ellos dará comienzo a las 10.00 (hora local), cuando salga una caravana que parta desde Los Milagros (donde habita la familia) al cementerio de El Tambo, en el que se encuentran enterrados los restos de la niña.
Durante la tarde, a partir de las 17.00 (hora local), los ciudadanos podrán participar en el encendido de velas blancas en la Plazoleta Concejo de Bogotá, lugar al que ha animado a asistir la concejal de la capital Marina Gordillo a través de su cuenta personal de Twitter.
En ella indicado que el objetivo de este acto en el primer aniversario de la muerte de Samboní es "para que no vuelva a cometerse ninguna agresión, maltrato ni asesinato contra las mujeres y las niñas" bajo el lema 'Ni una menos'.
CRIMEN
Álvaro Uribe Noguera, arquitecto de 38 años, raptó, violó y asesinó a Yuliana en diciembre del pasado año cuando ésta permanecía cerca del domicilio familiar, en el barrio Bosque Calderón de Chapinero. Subió a la menor a la camioneta gris que conducía y horas después ésta fue hallada muerta en un apartamento que estaba a nombre del agresor, en Nueva Granada.
A pesar de que se declaró inocente, el agresor fue condenado a 51 años y ocho meses de cárcel por los delitos de feminicidio, acceso carnal y secuestro simple, una condena que fue aumentada el pasado mes de noviembre a 58 años de prisión --a pesar de que la Fiscalía pedía 60-- por considerar el delito feminicidio agravado.
Por el momento, falta por resolver la situación jurídica de los hermanos del asesino, Catalina y Francisco José, quienes se enfrentan a un delito de favorecimiento de secuestro y de homicidio, así como el ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio en el apartamento del agresor y en el lugar del crimen.