Michel Temer
PRESIDENCIA DE BRASIL

BRASILIA, 9 Nov. (Reuters/EP/Notimérica) -

El Gobierno de Brasil propondrá esta semana una versión suavizada de su impopular reforma del sistema de pensiones, ya que el proyecto original no cuenta con los votos necesarios para su aprobación en el Congreso, según ha desvelado este miércoles el diputado Darcísio Perondi.

Así, ha recalcado que el Ejecutivo no cuenta con más de 250 votos a favor de la reforma, lejos de los 308 votos que se necesita reunir en la cámara baja del Parlamento para enmendar la Constitución.

Perondi ha indicado que podría haber un acuerdo este jueves para que el oficialismo presente el viernes una propuesta "más aceptable", según ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.

El nuevo borrador mantendrá la edad mínima de jubilación en 65 años para los hombres y 62 para las mujeres, pero otros detalles como los años de aporte necesarios aún deben acordarse. La edad de jubilación media actual es de 55 años.

El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró el lunes que trabajaría para conseguir la aprobación de la reforma de las pensiones, incluso en caso de que finalmente el proyecto sea menos ambicioso de lo que propuso en un principio.

En un encuentro con líderes del Congreso, Temer criticó a algunos políticos por intentar lograr su cese apoyando los cargos por corrupción contra él, argumentando que esto ha aplazado la aprobación de la reforma.

Por su parte, el presidente de la cámara baja del Congreso, Rodrigo Maia, indicó el mismo lunes que la reforma podría ser aprobada en un plazo de cuatro semanas, si bien dijo que para ello Temer debería renegociar su relación con sus bases en el Congreso.

En este sentido, destacó que para conseguir que sea aprobada debe abordar la edad de jubilación mínima e introducir cambios en los beneficios que reciben los funcionarios.

La reestructuración a las pensiones es crucial para los intentos de Temer de cubrir el déficit fiscal y reducir el inflado sistema de pensiones, pero la idea de aumentar la edad de jubilación ha hecho que este proyecto sea impopular entre los brasileños.

Temer afirmó en octubre que el Gobierno está considerando una versión más diluida del proyecto de ley, confirmando declaraciones previas de funcionarios de que se presentaría un plan que al menos establezca una edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres, por encima del margen actual de 55 años.

Una nueva versión del proyecto de ley también debería incluir una transición gradual a las nuevas disposiciones y paridad entre los sistemas de pensiones públicos y privados.

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