Actualizado 10/10/2017 10:11

Origen e historia de las catrinas mexicanas

   CIUDAD DE MÉXICO, 1 Nov. (Notimérica) -

   Las catrinas son en la actualidad el icono representativo de México, fuertemente ligadas al Día de Muertos, celebración que mezcla el pasado azteca con las tradiciones cristianas, en que México conmemora a sus difuntos mediante música, abundantes comidas y festejos.

   Las catrinas, calaveras pintadas de colores y decoradas con flores, se consideran el símbolo de México, siendo representadas en todo tipo de contextos y mediante todas las técnicas, convirtiéndose también en un gran reclamo turístico.

   Pero su origen se encuentra muy lejos del significado actual que le ha dado la cultura popular, ya que fue creada como una crítica a la sección de la sociedad mexicana.

   La historia de las catrinas comenzó durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfírio Díaz, en la segunda mitad del siglo XIX. En esta época, la clase media mexicana comenzó a criticar la situación y la hipocresía de la clase privilegiada mediante la publicación de textos satíricos acompañados de caricaturas.

   Estas caricaturas estuvieron protagonizadas por esqueletos vestidos de gala, montando a callo o en fiestas de la alta sociedad, con el fin de representar los múltiples errores de los políticos del país y la miseria de las clases más ricas. Estas ilustraciones de calaveras serian denominadas 'catrinas' debido a que la palabra 'catrín' definía a un varón elegante y bien vestido acompañado de una mujer con las mismas características.

LOS PADRES DE LA CATRINA

   La primera versión de este dibujo fue creada por el caricaturista mexicano José Guadalupe Posada en un grabado de metal. El nombre original de la catrina era "calavera garbancera", ya que "garbanceros" era el adjetivo que se le dedicaba a aquellos indígenas que vendían garbanzos y renegaban de su cultura y su sangre para hacerse pasar por europeos. Con respecto a esta crítica a la hipocresía, Posada afirmó que "la muerte es democrática ya que, a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".

   El diseño de Posada muestra una calavera con un sombrero, pero sin ropa, en alusión a aquellos mexicanos pobres que intentaban aparentar un nivel de vida que no les correspondía. "En los huesos pero con sombrero francés con sus plumas de avestruz", declaró el propio caricaturista.

   Fue Diego Rivera quien bautizó a la inicial calavera garbancera como catrina, así como quien le dio su gran difusión. En su mural 'Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central', Diego Rivera representa a una catrina, esta vez vestida con su atuendo característico y una estola de plumas.

   En el mural, Rivera añadió junto a la catrina un dibujo de su creador, José Guadalupe Posada y una versión infantil de la artista mexicana Frida Kahlo y del propio Rivera. Actualmente esta obra se encuentra en el Museo Mural Diego Rivera, en Ciudad de México.

   En la actualidad, esta versión mexicana de la calavera original, con flores y toques de color es una fuente de inspiración en fiestas de disfraces y en Halloween. Las catrinas se han convertido, tras años de evolución, en la marca más universal de México y de los mexicanos, reconocida como parte de su patrimonio en todo el mundo.